miércoles, 11 de abril de 2018

El incierto futuro de la radiodifusión

En mi pasada entrada al blog Amor por la radio abordé mi relación con las ondas hertzianas y dejé abierta una cuestión. ¿Qué futuro tiene la radio a día de hoy? En mi opinión, bastante desalentador, especialmente porque las transmisiones están siendo monopolizadas por el streaming, explicado a los neófitos en el tema: al final todo está acabando en Internet, peligroso monopolio.
Receptor "Campero", pese al aspecto de radio a válvulas este aparato funciona a pilas, usado en el entorno rural.
Abordemos la cuestión por frecuencias, y en primer lugar la que parece por ahora menos afectada por el problema: la archipopular FM. La radio estereofónica y de alta fidelidad en nuestro país no parece tan afectada por el fenómeno, se dan un par de circunstancias: por una parte su sustituto digital DAB (Digital Audio Broadcasting) lleva años de retraso y no se sabe a ciencia cierta si terminará por implementarse. Noruega suspendió las emisiones en FM el 11-4-17, solo hay DAB. Además sucede que a través de nuestros receptores TDT podemos sintonizar la mayoría de esas emisiones con gran calidad (especialmente las cadenas nacionales). Lo curioso de la FM es que el dial está atiborrado de emisoras (lo que muchas veces condiciona su defectuosa recepción). Abundan estaciones sin licencia ni supervisión de Teleco, el desparrame de potencia (en Granada: Canal Sur Radio, Intermodulaciones con otros sistemas electrónicos y de comunicaciones). El DAB podría solucionar estos problemas, sin embargo desde el punto de vista de oferta radiofónica la FM es tremendamente pobre: casi todo es radiofórmula con escasa variedad, y los programas de una chabacanería insoportable. Me pregunto yo si para ese viaje necesitamos esas alforjas tan costosas ¿Por narices hay que liquidar todo lo analógico?

Receptor portátil Blaupunkt Omnimat
En el caso de la Onda Media (OM) la cuestión es más sangrante, el dial está prácticamente vacío, en Granada aún se puede sintonizar RNE en sus emisoras R1 y R5, la Ser y la Cope. Las emisiones de esta banda tienen una eficacia de propagación mucho mayor que las de FM siendo capaces de llegar al entorno rural si bien a costa de una limitada calidad de sonido. Está claro que la función que cumplen estas emisiones son bastantes diferentes respecto a su hermana musiquera. Indudablemente mantener las emisoras es costoso y vivimos un tiempo en que la pela es mucha pela, pero yo planteo esta cuestión: habrá zonas donde nunca se podrá dar servicio digital y mantener canales de comunicación con cobertura universal es asunto de seguridad para la población. Esperemos que RNE mantenga siempre estos servicios, pero también sería deseable una emisora por Comunidad Autónoma.

Y si ya intentamos explorar el dial de nuestros receptores de Onda Corta el panorama es desolador. Donde hace años encontrábamos cientos de emisiones en distintos idiomas e incluso programación en castellano por parte de numerosos países de otros ámbitos, hoy hay un desierto: en Europa sólo Radio Exterior de España, BBC, Radio Rumanía Internacional, Radio Eslovaquia, Radio Serbia, Radio Vaticano y Voz de Turquía mantienen sus emisiones en castellano en OC. El caso más lamentable y sangrante sería el de todo un icono del diexismo, la desaparición en el espectro de Radio Nederland, y el goteo de bajas es incesante: todas están terminando difundiendo sus contenidos en streaming a través de sus portales de internet. El contrapunto lo pondría la omnipresencia de Radio China Internacional en las distintas bandas, ahí se nota la diferenciación cultural y de hábitos de su población.
Telefunken modelo "Mozart", con OM y dos bandas de OC
El panorama en la Onda Larga es aún peor, se encuentra prácticamente muerta. La mayoría de países europeos han cerrado sus emisores, cuyo funcionamiento y mantenimiento es aún más costoso que los de OC, con problemas de suministro para los repuestos necesarios. La OL ha tenido especial importancia en la radiodifusión marítima y precisamente la cobertura en ese terreno no está tan asegurada como en otras bandas. Tristemente, es lo que hay: podéis consultar este listado de emisores europeos en funcionamiento (tampoco tengo mucha seguridad sobre la validez del mismo).

Con la Onda Corta y la Onda Larga volvemos a las mismas cuestiones que planteaba anteriormente para la OM: ni la cobertura de internet es universal ni depender de esa red en exclusiva a modo de monopolio me aporta tranquilidad alguna. Es fácil para un gobierno limitar los contenidos a los portales que se les antoje, las ondas radioeléctricas son completamente libres (bueno, con limitaciones, también existieron estaciones de radiointerferencia). La cuestión puede parecer meramente anecdótica o motivo de inquietud para nostálgicos de las viejas tecnologías como un servidor. Yo pienso que tiene más trasfondo y posiblemente el tiempo ponga en su lugar a la red como método no tan infalible para documentarse y estar informado. O tal vez no, tal vez la comodidad de los hábitos de los ciudadanos del mundo nos conduzca a un futuro con escaso espíritu crítico.

2 comentarios:

Jesus dijo...

👏👏

Unknown dijo...

Pues sí, parece ser que se acaba la radio tal y como la hemos conocido, por vía hertziana y modulación analógica ya sea en amplitud o en frecuencia.

A mí no solo me preocupa el "hardware" sino también el "software". Están convirtiendo a la radio en la hermana pobre de la TV y en un apéndice de las omnipresentes y estupidificantes redes sociales. La dejadez a la hora de buscar contenido se nota. Cada vez se sale menos a la calle, se conforman con el pobre alimento que da Facebook, Twitter, etc y las noticias de agencia. Mantienen el tipo los que llevan toda la vida en la radio y aún la entienden de otra manera, muchos de los que ya estaban antes de yo nacer. Pero cuando esos lo dejen no veo un relevo a la altura.

La radio musical se la han cargado con la radiofórmula, cuya calidad y variedad va a peor a pasos agigantados. Lo de hacer una lista de reproducción con 100 canciones y darle al play lo se hacer yo mejor que ellos, porque las mías las elijo yo, y no el negocio de las discográficas.

Ni siquiera Radio Clásica o Radio 3 tienen una programación que te enganche al menos 12 de las 24 horas del día, algunos programas no los aguantan ni los que los hacen pero aún así siguen siendo un pequeño oasis en mitad de este desierto.

En fin, habrá que ir asumiendo que algún dia no habrá radio, sino otra cosa. Mientras tanto disfrutemos de lo que hay, que no va a ser eterno.

Saludos