Toda persona que se dedica a coleccionar algo termina teniendo un conflicto de espacio y también de organización, y la música es uno de los casos más claros de esta problemática.
Cuando toda la música se adquiere en formato físico (LP's y CD's) el espacio es el principal problema. En mi caso ya tengo múltiples rincones de la casa ocupados con mi colección, que tampoco es excesiva. Por un lado música 'clásica' sinfónica o de cámara (el término 'clásico' es de lo más escurridizo, aquí yo incluyo desde música renacentista hasta del siglo XX), por otro músíca organística, por otro la música coral y sacra, en otro rinconcito la ópera... etc, etc, etc... evidentemente salvo yo, a ver quien es el guapo que encuentra un disco en mi casa. Y he dejado fuera todo lo que sería pop, rock, jazz y sus derivados. También tienen sus estantes y rincones...
Cuando toda la música se adquiere en formato físico (LP's y CD's) el espacio es el principal problema. En mi caso ya tengo múltiples rincones de la casa ocupados con mi colección, que tampoco es excesiva. Por un lado música 'clásica' sinfónica o de cámara (el término 'clásico' es de lo más escurridizo, aquí yo incluyo desde música renacentista hasta del siglo XX), por otro músíca organística, por otro la música coral y sacra, en otro rinconcito la ópera... etc, etc, etc... evidentemente salvo yo, a ver quien es el guapo que encuentra un disco en mi casa. Y he dejado fuera todo lo que sería pop, rock, jazz y sus derivados. También tienen sus estantes y rincones...
En este apartado tengo los principal de mi discoteca clásica, pero hay más por otros lugares de mi casa. |
Todo lo que va en estos soportes físicos tiene una organización muy personal, ciñiéndonos al tema 'clásica' que va a ser el motivo de este post, yo tengo la manía del orden cronológico. Es raro que un disco mezcle cosas de periodos muy dispares, así que uso la fecha de nacimiento del compositor más 'antiguo' que contenga el disco y eso me sirve para establecer el orden, de modo que si estoy con ganas de escuchar clasicismo vienés puro y duro, ya sé en que zona me voy a poner a buscar... y ahí terminaré picando Mozart, Haydn, Beethoven o el que se tercie. El separar la música con las temáticas antes descritas supone una ayuda adicional para seleccionar lo que apetece escuchar. Lo que desde luego encuentro un disparate es usar el órden alfabético, porque me duele la vista ver un disco de Johann Sebastian BACH al lado de uno de Bela BARTOK. O a Franz Joseph HAYDN compartiendo lugar junto a Paul HINDEMIT. ¿Me entienden?
Pero donde ya tenemos un problema importante es cuando empiezas a acumular música en formato digital. Al principio no le das importancia a la cosa, tus amigos y correligionarios de afición musical te empiezan a pasar cosas, descargas alguna que otra... y empiezas inicialmente con la costumbre de ir metiendo todo eso en carpetas más o menos organizadas. Añadamos el asunto de cómo lo reproduces, en mi caso, tener un PC dedicado siempre me pareció un exceso y terminé adquiriendo un reproductor multimedia para conectarle el disco duro externo donde guardo todo eso, pero por motivos diversos el sistema resultó ser decepcionante...
Aquí hemos de abordar varias cuestiones, la primera, que los reproductores 'software' no están pensados ni por asomo para la música 'clásica', y de otra los metadatos ligados a esos ficheros, que serán la clave para poder manejar la 'discoteca digital'.
Cuando tienes unos pocos álbunes digitales, no te complicas la vida y vas navegando por las carpetas con el mismo reprodutor que uses, todo es cuestión que en la carpeta hayas puesto unas cuantas referencias (compositor, obra, formación) que te ayuden a localizar lo que quieres disfrutar en ese momento, pero... señores, la vida del melómano es complicada.
Les voy a poner un ejemplo, y no soy para nada un gran coleccionista: 9ª Sinfonía de Beethoven, a día de hoy tengo si no me falla la memoria, 4 versiones en LP, 5 versiones en CD y 4 versiones en ficheros. Y esto es sólo de una obra (sí, seguramente la más famosa del repertorio sinfónico), pero empezamos a multiplicar esto con todos los compositores y obras desde el Renacimiento hasta nuestros días... a ver, no siempre es así, pero los melómanos tenemos mucha afición a acumular y comparar distintas versiones de la misma obra.
Si cuando manejas formato físico se tiene cierta contención, cuando ya acumulas música en formato digital la cosa se desborda, y ahí es donde ya buscar música navegando carpetas se convierte en un imposible, y te acuerdas de que existen los metadatos.
Los metadatos también llamados tags en la jerga informaticoanglosajona, son etiquetas asociadas a los ficheros que dan distintas pistas sobre su contenido, su existencia tiene muchísima lógica, porque el nombre de un fichero no puede describir en muchas ocasiones toda la información relativa al mismo. No sé en que momento se diseñó la estructura de metadatos para los ficheros de música, pero parece evidente que se hizo con bastantes pocas miras. Y lo peor de todo, es que luego la mayoría de los reproductores multimedia ni siquiera son capaces de manejar la totalidad de estos metadatos. Aquí teneis un listado dichas etiquetas (en adelante me refiero así a los mismos).
Pero donde ya tenemos un problema importante es cuando empiezas a acumular música en formato digital. Al principio no le das importancia a la cosa, tus amigos y correligionarios de afición musical te empiezan a pasar cosas, descargas alguna que otra... y empiezas inicialmente con la costumbre de ir metiendo todo eso en carpetas más o menos organizadas. Añadamos el asunto de cómo lo reproduces, en mi caso, tener un PC dedicado siempre me pareció un exceso y terminé adquiriendo un reproductor multimedia para conectarle el disco duro externo donde guardo todo eso, pero por motivos diversos el sistema resultó ser decepcionante...
Aquí hemos de abordar varias cuestiones, la primera, que los reproductores 'software' no están pensados ni por asomo para la música 'clásica', y de otra los metadatos ligados a esos ficheros, que serán la clave para poder manejar la 'discoteca digital'.
Cuando tienes unos pocos álbunes digitales, no te complicas la vida y vas navegando por las carpetas con el mismo reprodutor que uses, todo es cuestión que en la carpeta hayas puesto unas cuantas referencias (compositor, obra, formación) que te ayuden a localizar lo que quieres disfrutar en ese momento, pero... señores, la vida del melómano es complicada.
Les voy a poner un ejemplo, y no soy para nada un gran coleccionista: 9ª Sinfonía de Beethoven, a día de hoy tengo si no me falla la memoria, 4 versiones en LP, 5 versiones en CD y 4 versiones en ficheros. Y esto es sólo de una obra (sí, seguramente la más famosa del repertorio sinfónico), pero empezamos a multiplicar esto con todos los compositores y obras desde el Renacimiento hasta nuestros días... a ver, no siempre es así, pero los melómanos tenemos mucha afición a acumular y comparar distintas versiones de la misma obra.
Si cuando manejas formato físico se tiene cierta contención, cuando ya acumulas música en formato digital la cosa se desborda, y ahí es donde ya buscar música navegando carpetas se convierte en un imposible, y te acuerdas de que existen los metadatos.
Los metadatos también llamados tags en la jerga informaticoanglosajona, son etiquetas asociadas a los ficheros que dan distintas pistas sobre su contenido, su existencia tiene muchísima lógica, porque el nombre de un fichero no puede describir en muchas ocasiones toda la información relativa al mismo. No sé en que momento se diseñó la estructura de metadatos para los ficheros de música, pero parece evidente que se hizo con bastantes pocas miras. Y lo peor de todo, es que luego la mayoría de los reproductores multimedia ni siquiera son capaces de manejar la totalidad de estos metadatos. Aquí teneis un listado dichas etiquetas (en adelante me refiero así a los mismos).
- Nombre del artista
- Título de la canción.
- Número de canción (pista).
- Título del álbum.
- Fecha de lanzamiento.
- Nombre del compositor.
- Nombre del productor musical.
- Código ISRC.
- Sello discográfico.
- Compañía editorial.
- Entidad de gestión de derechos.
- Género musical.
- BPM.
- Contacto (campo comentarios).
No me he complicado mucho buscando eso, lo he copiado de una página cualquiera de internet, pero veamos... 'Artista'... 'Canción'... 'Lanzamiento'... ejem ejem... es evidente que esto se ha diseñado pensando en los intereses de la industria discográfica, y desde luego muy restringido a propósitos de música comercial. Al melómano de clásica le viene francamente corto.
Podríamos empezar porque la etiqueta Canción de por sí ya es toda una declaración de intenciones, a ver ¿Sinfonía, Concierto, etc? ¿como se describe? ¿y cuando se divide en movimientos? … luego tenemos otra etiqueta que podría ser muy útil para la música clásica Compositor pero nunca se usa, y si no probad ha hacer una transferencia de cualquier CD o comprobar música que tengais en MP3 o FLAC, veréis que está en blanco. Pero para eso tenemos el cajón de sastre de la etiqueta Artista, donde unas veces tienes el compositor, otras el director, otras la orquesta...
Evidentemente la música 'clásica' requeriría de una estructura de metadatos mucho más compleja, y de un reproductor que manejase de forma eficiente toda esa información (aviso, aún no he localizado ninguno que maneje la etiqueta Compositor, botón de muestra del problema). Dicho reproductor además debería manejar opciones de indexación de las etiquetas y filtrados asociando las mismas (de nuevo Compositor sería imprescindible), pero señores ya les aviso: no existe.
Mi experiencia en reproductores multimedia para el PC ha sido frustrante y tampoco es que me haya querido emplear muy a fondo, porque visto uno vistos todos... al final te fuerza a buscar por carpetas. Pero en Linux haría la excepción del programa 'Quodlibet' que me parece lo más decente para intentar manejar una librería digital de música clásica. Y ya puestos es una recomendación mía para dejar de lado Windows y sus insoportables versiones de sistema operativo.
Como decía, durante años tuve una pequeña cajita que conectaba al disco externo y al sistema de música y TV, un reproductor multimedia Asus, pero que tampoco manejaba satisfactoriamente la librería, y para colmo... ¡¡hacía compresión dinámica!! os podeis imaginar que terminaba de los nervios al comprobar que un pianissimo iba subiendo poco a poco de volumen.
Despues de darle innumerables vueltas, terminé adquiriendo un micro ordenador 'Raspberry' junto con una tarjeta de sonido que me permitía conexión digital sin pérdidas ni ruidos con mi sistema de audio (un Yamaya con sus años, pero muy eficaz, con entradas óptica y coaxial), con una instalación de sistema operativo a medida para el propósito llamado 'LibreElec' que al final lo que te proporciona es la plataforma multimedia 'Kodi', bastante decente para estos fines.
Podríamos empezar porque la etiqueta Canción de por sí ya es toda una declaración de intenciones, a ver ¿Sinfonía, Concierto, etc? ¿como se describe? ¿y cuando se divide en movimientos? … luego tenemos otra etiqueta que podría ser muy útil para la música clásica Compositor pero nunca se usa, y si no probad ha hacer una transferencia de cualquier CD o comprobar música que tengais en MP3 o FLAC, veréis que está en blanco. Pero para eso tenemos el cajón de sastre de la etiqueta Artista, donde unas veces tienes el compositor, otras el director, otras la orquesta...
Evidentemente la música 'clásica' requeriría de una estructura de metadatos mucho más compleja, y de un reproductor que manejase de forma eficiente toda esa información (aviso, aún no he localizado ninguno que maneje la etiqueta Compositor, botón de muestra del problema). Dicho reproductor además debería manejar opciones de indexación de las etiquetas y filtrados asociando las mismas (de nuevo Compositor sería imprescindible), pero señores ya les aviso: no existe.
Mi experiencia en reproductores multimedia para el PC ha sido frustrante y tampoco es que me haya querido emplear muy a fondo, porque visto uno vistos todos... al final te fuerza a buscar por carpetas. Pero en Linux haría la excepción del programa 'Quodlibet' que me parece lo más decente para intentar manejar una librería digital de música clásica. Y ya puestos es una recomendación mía para dejar de lado Windows y sus insoportables versiones de sistema operativo.
Como decía, durante años tuve una pequeña cajita que conectaba al disco externo y al sistema de música y TV, un reproductor multimedia Asus, pero que tampoco manejaba satisfactoriamente la librería, y para colmo... ¡¡hacía compresión dinámica!! os podeis imaginar que terminaba de los nervios al comprobar que un pianissimo iba subiendo poco a poco de volumen.
Despues de darle innumerables vueltas, terminé adquiriendo un micro ordenador 'Raspberry' junto con una tarjeta de sonido que me permitía conexión digital sin pérdidas ni ruidos con mi sistema de audio (un Yamaya con sus años, pero muy eficaz, con entradas óptica y coaxial), con una instalación de sistema operativo a medida para el propósito llamado 'LibreElec' que al final lo que te proporciona es la plataforma multimedia 'Kodi', bastante decente para estos fines.
Placa Raspberry Pi3+ |
Pero finalmente el 'Kodi' maneja la librería gracias a los metadatos, con sus limitaciones, y ahí es donde uno tiene que hacer un trabajo -ingente en mi caso- de revisar y editar toda la librería musical digital y unificar el criterio, porque no hay dos discos que vengan con etiquetas iguales cuando se hace el 'ripeo' desde un CD o te los pasan.
Hay bastantes programas de edición de metadatos, 'MP3Tag' es el más popular en Windows, y en mi caso 'Puddletag' para Linux Mint. ¿Y porqué es necesario? Porque cuando el sistema se actualice con la librería de tu disco externo, vas a tener un sinfín de duplicidades en Género y Artista fundamentalmente que te van a hacer imposible buscar algo sin perder bastante tiempo. Os confieso, me instalé el invento a finales de 2018, justo hace un par de semana que terminé de repasar y poner orden en toda mi librería musical. Prefiero ni pensar la de horas que he empleado, pero a fin de cuentas es una labor propia de archivística, también una biblioteca tradicional requiere su trabajo para tenerla ordenada con criterios eficientes.
Quien quiera acometer esta locura, aquí van mis prácticas y consejos en la edición de etiquetas, pero cada uno finalmente organiza la librería como mejor puede.
Nombre del Artista yo pongo por este orden: Solista, Director y Formación (abreviada a ser posible), un ejemplo por ejemplo para un conciero para piano y orquesta:
Geza Anda, Herbert von Karajan, BPO.
Título del Álbum aquí es donde yo juego a preceder el compositor, y mi costumbre es que si tengo un 'disco' que contiene obras de distintos compositores, genero dos álbumes distintos o bien hago una asociación de compositores, es más, cuando un disco contiene varias obras largas, también subdivido en varios álbumes. Ejemplo:
[Beethoven] Sinfonía Nº9 'Coral'
Extendiéndome en lo anterior, os comento que en el típico caso de 'integral de sinfonías', donde terminas con álbumes de origen que vienen de un CD con dos o más sinfonías, yo las divido y genero un álbum por sinfonía, evidentemente es más trabajo, pero todo queda mejor organizado. Eso afecta a otro de los metadatos que aprovecho para comentar Pista, que ha de ser reorganizado con el número correspondiente al orden de cada fichero dentro del álbum.
Pero también advierto, no siempre es conveniente subdividir un álbum porque tenga varios compositores y obras, hay discos que son precisamente recopilatorios por épocas y en esos caso me limito a respetar el nombre del álbum de origen (ejemplo. “Música Cortesana”) y que aparezca en el listado de albumes sin más.
Titulo de la Canción lo edito según la necesidad, por lo general me limito a dejarlo con el texto del movimiento correspondiente, por ejemplo si el álbum fuese [Beethoven] Sinfonía Nº1, la primera pista tendría este título:
I. Adagio molto. Allegro con brio
Sin embargo si el álbum contiene como tal varias obras, pongamos que tiene un título mixto como
[Beethoven] Sinfonías Nos. 1 y 2, y no lo he subdividido, en el título de canción si lo pondría así:
Sinfonía Nº1, I. Adagio molto. Allegro con brio
Y como antes he citado de pasada, la etiqueta Número de canción (en la mayoria de los casos Pista), ha de respetarse la numeración de los ficheros dentro del desarrollo de la obra y tener muy en cuenta si hemos subdividido un álbum como hago yo, por lo que cada nueva 'obra' o 'álbum' ha de empezar el contador desde 1 para que el reproductor lo gestione bien.
Género lo dejo para el último en estas explicaciones pero ha de ser el primero en modificar, porque es el meollo de la cuestión, es la etiqueta a partir del cual la mayoría de los reproductores estructuran la librería, y si no está correctamente en los distintos álbumes tendreis un lío considerable. Avisados estais, cada 'álbum digital' que tengais procedente de algún CD o descarga, lo va a tener como le salga del byte. Del mismo 'genero' os encontrareis diversas descripciones que os van a ensuciar la librería, por lo que es el primer metadato y mas importante a modificar -repito-. Y tendreís que personalizar según vuestro criterio o nó será posible, os pongo un listado de los géneros en los que yo he agrupado mi música clásica, pero cada uno que vea como le resulta más cómodo.
Pantalla del menú 'Musica' en Kodi |
Hay bastantes programas de edición de metadatos, 'MP3Tag' es el más popular en Windows, y en mi caso 'Puddletag' para Linux Mint. ¿Y porqué es necesario? Porque cuando el sistema se actualice con la librería de tu disco externo, vas a tener un sinfín de duplicidades en Género y Artista fundamentalmente que te van a hacer imposible buscar algo sin perder bastante tiempo. Os confieso, me instalé el invento a finales de 2018, justo hace un par de semana que terminé de repasar y poner orden en toda mi librería musical. Prefiero ni pensar la de horas que he empleado, pero a fin de cuentas es una labor propia de archivística, también una biblioteca tradicional requiere su trabajo para tenerla ordenada con criterios eficientes.
Quien quiera acometer esta locura, aquí van mis prácticas y consejos en la edición de etiquetas, pero cada uno finalmente organiza la librería como mejor puede.
Nombre del Artista yo pongo por este orden: Solista, Director y Formación (abreviada a ser posible), un ejemplo por ejemplo para un conciero para piano y orquesta:
Geza Anda, Herbert von Karajan, BPO.
Título del Álbum aquí es donde yo juego a preceder el compositor, y mi costumbre es que si tengo un 'disco' que contiene obras de distintos compositores, genero dos álbumes distintos o bien hago una asociación de compositores, es más, cuando un disco contiene varias obras largas, también subdivido en varios álbumes. Ejemplo:
[Beethoven] Sinfonía Nº9 'Coral'
Extendiéndome en lo anterior, os comento que en el típico caso de 'integral de sinfonías', donde terminas con álbumes de origen que vienen de un CD con dos o más sinfonías, yo las divido y genero un álbum por sinfonía, evidentemente es más trabajo, pero todo queda mejor organizado. Eso afecta a otro de los metadatos que aprovecho para comentar Pista, que ha de ser reorganizado con el número correspondiente al orden de cada fichero dentro del álbum.
Pero también advierto, no siempre es conveniente subdividir un álbum porque tenga varios compositores y obras, hay discos que son precisamente recopilatorios por épocas y en esos caso me limito a respetar el nombre del álbum de origen (ejemplo. “Música Cortesana”) y que aparezca en el listado de albumes sin más.
Titulo de la Canción lo edito según la necesidad, por lo general me limito a dejarlo con el texto del movimiento correspondiente, por ejemplo si el álbum fuese [Beethoven] Sinfonía Nº1, la primera pista tendría este título:
I. Adagio molto. Allegro con brio
Sin embargo si el álbum contiene como tal varias obras, pongamos que tiene un título mixto como
[Beethoven] Sinfonías Nos. 1 y 2, y no lo he subdividido, en el título de canción si lo pondría así:
Sinfonía Nº1, I. Adagio molto. Allegro con brio
Y como antes he citado de pasada, la etiqueta Número de canción (en la mayoria de los casos Pista), ha de respetarse la numeración de los ficheros dentro del desarrollo de la obra y tener muy en cuenta si hemos subdividido un álbum como hago yo, por lo que cada nueva 'obra' o 'álbum' ha de empezar el contador desde 1 para que el reproductor lo gestione bien.
Género lo dejo para el último en estas explicaciones pero ha de ser el primero en modificar, porque es el meollo de la cuestión, es la etiqueta a partir del cual la mayoría de los reproductores estructuran la librería, y si no está correctamente en los distintos álbumes tendreis un lío considerable. Avisados estais, cada 'álbum digital' que tengais procedente de algún CD o descarga, lo va a tener como le salga del byte. Del mismo 'genero' os encontrareis diversas descripciones que os van a ensuciar la librería, por lo que es el primer metadato y mas importante a modificar -repito-. Y tendreís que personalizar según vuestro criterio o nó será posible, os pongo un listado de los géneros en los que yo he agrupado mi música clásica, pero cada uno que vea como le resulta más cómodo.
- Antigua (todo lo anterior al periodo barroco)
- Barroca
- Solistas (discos de un único instrumento: piano, violín.. etc).
- Concierto Solista (del clasicismo en adelante)
- Cámara
- Sinfónica Clásica
- Sinfónica Romántica
- Sinfónica Postromántica
- Sinfónica Nacionalista
- Órgano (tengo mi propio apartado a parte de solistas, por la cantidad de material)
- Coral
- Sacra (musica coral religiosa)
- Vocal (cantantes con o sin acompañamiento)
- Ópera Barroca
- Ópera Clasica
- Ópera Romántica
- Ópera Postromántica
Seguramente con el tiempo haga modificaciones o amplicaciones de esta lista, pero en principio es el esquema que voy a seguir. Espero que estos consejos os sean de utilidad y agradeceré comentarios al respecto. Como os digo, cada persona maneja un criterio con la música y ese debe ser el que utilice para organizar la librería. Entretanto esperemos que alguien invente un reproductor realmente potente para la música 'clásica'.
2 comentarios:
Muchísimas gracias por tu entrada, Antonio, que confieso me deja un poco aterrorizado ante la tarea que nos queda por delante. Personalmente, y como me gusta un soporte físico que no se pueda "fundir" (las unidades externas son peligrosísimas), lo que hago es pasar mis discos de datos a DVDs o blu-rays, y luego hacerles una caratulilla indicando el contenido de cada uno. Un caos, a la postre, pero de mmomento me conformo así. Aunque lo que comentas de los tags no es menos caótico. Lo sé porque antes mi reproductor Denon se conectaba a la base de datos Gracenote y el lío era mayúsculo, confundiendo "canción" con "obra", "autor" por "solista", "intérprete" por "solista".... Un jaleo.
Muy interesante. Yo tengo un disco duro reproductor al que hago dos copias de seguridad. Ordenó los discos por épocas, y a la carpeta de cada disco le doy esta estructura:
Bruckner-Sinfonia 6 (Haitíg)
Si quiero más información leo la carátula y el libreto.
Lo de los tags lo veo un trabajo descomunal.
De la Rapsberry y los programas tomo nota.
Juanma Barrios
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