viernes, 21 de abril de 2023

Estado de Sinrazón

A falta de motosierra tengo tijera ¡¡ojito!!

Que no todo va a ser música en esta bitácora, digo yo, me toca calentaros la cabeza con mis diatribas. Y es que verdad, cuando el tiempo está trastornao, uno lo termina también. Necesito un poco de catarsis, no sirve pa ná... pero como el espacio internauta-sideral da para estas cosas y todo el mundo lo practica, no voy a ser manos.

En abril aguas mil, siempre lo dijeron, pero como el titular de la entrada apunta, estamos en Estado de Sinrazón, o también podría haber dicho Esto es un Sindios, lo mismo da. Ni cuatro gotas en Semana Santa, que es un clásico lo del paso procesional interrumpido por algún chubasco (que se suma a la lluvia de lágrimas de los defraudados y compungidos), y con un marzo a las espaldas que a mí algún intento de esqueje se me fastidió por el súbito y disparatado subidón de temperaturas. Los datos hablan, una vez más... y ya no hay que ser ningún lumbreras para darse cuenta que llevamos un camino muy peligroso. El veranito pinta feo, feo, con los bosques secos. Aún así el debate sobre cambio climático sigue ahí con todo enmarañado: las políticas orientadas a menos contaminación en las ciudades para rechazo de muchos ciudadanos que entienden que el coche es un elemento indisoluble de su libertad, negacionismos varios, y otras teorías conspiranoicas. No voy yo a ser ahora quien defienda a muerte el coche eléctrico, porque encuentro que al final es peor el remedio que la enfermedad (seguramente otra burbuja interesadamente creada por la industria automovilística), que no hay batería ni puntos de recarga para tanta movilidad, y que al final vamos a mover la contaminación de un sitio a otro. En resumen: pollas. Yo tengo claro que cuando mi modesto utilitario termine sus días, no me meto a otro, me sobran motivos, no espero que los demás los compartan, pero lo razonable es que tengamos buenos transportes públicos y pensemos en el bien común, tanto mirarnos el ombligo ya.. Entre tanto miro Sierra Nevada y me dan ganas de llorar, porque tengo buena memoria de como ha ido desevolucionando desde que tengo uso de razón.

Marzo fue tórrido no sólo por la climatología (¡coño, le puse tilde!), también por el vergonzante episodio de la moción de censura que protagonizó la formación del vómito verde con un señor que ya es difícil creamos que alguna vez fue de izquierdas (hay hemeroteca al respecto) en papel de títere o a saber, lo de tener un momento de gloria. Esos que se sienten tan españoles y cuando quieren dicen ser constitucionalistas, tomando el pelo sin reparo alguno, limpiándose el culo con la Carta Magna (las mociones de censura tienen objetivo constructivo, no destructivo) y llevando a la cámara a nivel de realitíchou cutre. No sé si serán cosas del karma, pero uno de los gurús intelectuales de ese conjunto de fascistas ha pasado a otro estado. Yo sé que todos mis lectores son buen entendedores (y si no, que aprendan ya) porque deliberadamente evité poner nombre alguno.

Pero la cosa se calentará aún más, estamos en plena precampaña electoral de los comicios locales. Las formaciones a la izquierda del mayoritario ya casi a la gresca. En Granada ya sabemos que no habrá confluencia, y en el horizonte no tan lejano las elecciones generales y todas las posibles quinielas de un gobierno. La Ministra de Trabajo (seguramente el mejor valor del actual gobierno de coalición) intenta hacer una plataforma donde seamos más, pero el sector morado está que trina y parece incapaz de pasar página respecto al ex-vicepresidente del gobierno y su tutela sobre la formación. Y es que ser un politólogo reputado no garantiza ser un gobernante adecuado (toma pareado). Algunos nos lo olíamos, pero también sabíamos que las opciones eran las que eran. Pero el espectáculo es el de siempre y ya no hace gracia rememorar una vez más la famosa escena de La Vida de Brian.

Y para rematar está lo del emérito, después de robarnos a placer, vergüenza cero. Sobre esto mejor no me extiendo, que me va a salir una úlcera.

Por no terminar mi publicación en tono lúgubre, les presento a una amiga. Esta preciosa gatita me lleva visitando desde que me mudé a la Alquería del Fargue. Las visitas se han hecho regulares y diarias, porque me ha ganado el corazón y le pongo agua y comida. Sospecho que está embarazada. Inicialmente pensé era gato, y lo bautizé como Tom en honor al grupo Tomcats (ahí estaba Tom Newman, que luego fue productor de Mike Oldfield). Como resulta que es gata, pues al final la llamaré Sally por seguir rememorando a Miguelito Campoviejo.

Sally (Oldfield)

Y bueno,  ¡¡QUE ES VIERNES!!

1 comentario:

Jesus dijo...

Te has despachado bien, pero concurrdo. Bien dicho!!