lunes, 26 de diciembre de 2022

XXVI Festival de Música Antigua de Úbeda y Baeza

 

Todas las imágenes y fotografías (Jesús Delgado) son del FeMAUB

Un año más y con notorio retraso, os traigo mi crónica personal del Festival de Música Antigua de Úbeda y Baeza, una cita musical a la que procuro no faltar. En esta ocasión la temática viene con el calificativo Crossover, cruces en la música antigua, digamos que buscando un mestizaje que en algunos de los conciertos ciertamente me desconcertó... En la semana de puente hemos tenido menos conciertos que en ediciones anteriores (las dos últimas fueron excepcionales en ese sentido), no tengo muy claro si ello se debe a una redistribución de la programación o a cuestiones presupuestarias. Paso pues a detallar la parte de festival que pude disfrutar, ya que disponía del 4 al 7 de diciembre solamente para acudir.

Domingo 4 de diciembre

La Iglesia de la Santa Trinida (Úbeda) acogió a las 12 horas al conjunto vocal Cantaderas, formado por cuatro mujeres que además poseen una vertiente de investigación fundamental para los objetivos del mismo, recopilando músicas que se han transmitido por tradición oral a lo largo de los siglos. El programa ofrecido tuvo como eje la Semana Santa, ofreciendo en cuatro partes (Hic est filius - Haec est mater - Vía Crucis - Pascua y Domingo de Resurrección) un magnífico recital obras que abarcaron desde lo estrictamente sacro hasta los cancioneros relacionados con el tiempo litúrgico, pasando incluso por una saeta. Empezaré comentando que ha sido la primera vez que asisto a un recital del Festival en la Iglesia de la Santa Trinidad -y otros asistentes me confirmaron que aún asistiendo muchos años al mismo, era su primera cita en este recinto- con una muy grata impresión tanto en por el valor arquitectónico del lugar como por sus idóneas características acústicas para acoger la propuesta musical en cuestión. Cantaderas ofreció una propuesta interesante y bien estructurada con un magnífico desempeño vocal y captando ampliamente la atención del público, al que se le pidió colaboración para emular el cataclismo tras la muerte de Cristo, repartiendo algunos instrumentos para aportar ruido y caos a ese momento. Ni que decir tiene que salí encantado de la experiencia y con un CD en mano que pude adquierir al finalizar el concierto.

Cantaderas

Llegué a tiempo a Baeza para sumarme al habitual pasacalles de Syntagma Musicum, que comenzó a las 17:30 en el Templete de Música. En esta ocasión el paseo fue breve y tras una parada en el patio del IES Santísima Trinidad, finalizó en El Paraninfo de la Antigua Universidad. Las músicas de Michael Praetorius, Thoinot Arbeau, Tielman Susato y John Playford acompañaron el paseo y los apuntes histórico-artísticos del cronista Luis Chinarro Chamorro. Bastantes obras ya nos sonaban de ediciones anteriores, pero además hubo un simpático guiño a los Beatles acorde al Crossover de esta edición, con una versión propia del clásico Eleanor Rigby, cuya melodía tiene una gran similitud con una tonada antigua cuyo origen no conseguí retener en mi memoria (pero a saber si fue una broma de Javier Gordillo). Un año más, entretuvieron y deleitaron al público. Que no falten en el Festival.

Sigmanta Musicum

La última cita del día fue en el Auditorio de las Ruinas de San Francisco (Baeza) a las 20:30 con otra propuesta netamente vocal, el conjunto británico I Fagiolini y el programa Leonardo: La Música de lo Invisible. Una atrevida y original propuesta estructurada en torno a la vida y obra de Leonardo da Vinci (proyección pictorica incluida). Con un afilado sentido del humor y mucha didáctica (algo que yo echo de menos en los ciclos de música) su director Robert Holligwort nos fue conduciendo por un viaje visual y musical donde tuvieron cabida Claudio Monteverdi, Johann Sebastian Bach (con una transcripción vocal alucinante del Contrapunto 1 del Arte de la Fuga), Tomás Luis de Victoria, Josquin des Prez, Clement Janequin y Orlazlo Vecchi, pero también con obras de otros compositores de nuestros tiempos como Herbert Howells, Jean Yves Daniel-Lesur y Adrian Williams que precisamente cerró el recital con el título de la propuesta musical Shaping the Invisible. He de decir que en este caso función el Crossover y había una clara entidad temática en todo el repertorio abordado, con un excelente nivel interpretativo e incluso en el carácter escénico que algunas obras requirieron. Una hora de música y arte que no dejó a nadie indiferente (para bien).

I Fagiolini

Lunes 5 de diciembre

En la Iglesia de San Andrés (Baeza) tuvo lugar la habitual cita con el órgano a las 12:00h de la mano del organista francés Thomas Ospital, a quien he tenido el gusto de escuchar y grabar hace unos años en la Academia Internacional de Órgano de Granada. En un recital estructurado en dos partes diferenciadas: la música ibérica y la de Johann Sebastian Bach, Thomas ofreció una técnica impecable y un acertado criterio en la registración. No obstante, no terminé de sintonizar con su visión de los autores españoles, especialmente en el Tiento de Correa de Arauxo, con detalles de fraseo y ornamentación que me resultaron extraños. Otros compositores abordados en ese primer segmento fueron A. Correa Braga, J. Cabanilles y P. Bruna. Lo mejor creo que fue el Pasacalles de Cabanilles. La segunda parte me gustó bastante más, con algunos de los contrapuntos de El Arte de la Fuga intercalados con improvisaciones propias, que inicialmente partieron de esos motivos de la obra bachiana para en cada uno de ellos ir alcanzando un vuelo propio e independiente. Ya conocía la vertiente improvisatoria de este organista y mis espectativas no quedaron insatisfechas. Cerró el recital el Concierto en Fa Mayor BWV 978 y el público tuvo una excelente acogida a la propuesta. Respecto al lugar escogido, insisto como en otras ocasiones: hay más órganos en Úbeda y Baeza, correspondería hacerlos sonar. Al final de esta crónica abordaré un lamentable episodio del Festival en relación al órgano.

Thomas Ospital

Cerraron la jornada Delirivm Música y La Floreta, en el Auditorio del Hospital de Santiago (Úbeda) a las 20:30h en una acertadísima propuesta de unión de música y danza encargo de Patrimonio Nacional. Disfrutamos las danzas de la corte de Felipe V, abarcando un amplio espectro de la música del ámbito europeo de los siglos XVII y XVIII: Marais, Martín y Coll, Merula, Falconieri, Destouches, Campra, Purcell, Groscort y Nebra. Ya solo por tan extenso recorrido mereció la pena, amén de unas interpretaciones excelentes y equilibradas, plenas de chispa y exentas de fuegos de artificio vacuos. También hubo espacio para lo estrictamente musical (aspecto que agradecí, porque me sucede que la coreografía me distrae un tanto de una escucha exahustiva), donde resaltaron notablemente dos Sonatas en Trío, una de Jacques-Martin Hoterreterre y la otra de Elisabeth Jacquet de la Guerre. De los intérpretes a destacar Ramiro Morales en la guitarra barroca (la apertura de la Ciaconna de Francesco Corbetta) y el director de la formación, Juan Portilla, en la flauta (en la ya mencionada Sonata de Hoterreterre).

Y en esta ocasión tenemos vídeo para rememorar tan bella jornada musical. No se lo pierdan.

Martes 6 de diciembre

La jornada comenzó con un dúo de formaciones que ya son un valor seguro del Festival y nunca defraudan. En la Iglesia de San Pablo (Úbeda) a las 12:00 h con Capella Prolatioum y el Ensemble La Danserye. Sin que sirva de precedente, les voy a pegar directamente el programa publicado en la web del Festival:

El presente programa de concierto pretende recrear la sonoridad de una capilla musical con música que formó parte de una institución en un momento concreto. Se toman como base del concierto los números del ordinario de una de las misas más emblemáticas del Missarum liber primus de Cristóbal de Morales: la misa Mille Regretz, a seis voces, misa parodia de la chanson homónima atribuida al gran Josquin. La conexión de esta misa con la capilla del Salvador también viene por parte de la fama de la propia chanson y del gusto del Emperador Carlos V por ella. Luis de Narváez, vihuelista y músico de Francisco de los Cobos, secretario del Emperador y patrocinador de la Sacra Capilla del Salvador como panteón anexo a su palacio, realiza una versión para vihuela de esta chanson publicada en su colección Los seys libros del Delphin de musica de cifra para tañer vihuela (Valladolid, 1538), denominándola “La canción del Emperador”. Completan el programa sendos motetes de Andreas de Silva y Nicolás Gombert; y para el inicio, unos versos para ministriles de Gil de Ávila, maestro del que se sabe muy poco, pero al que se le relaciona con su actividad en la propia ciudad de Úbeda.

No sé que podría yo aportar en relación a este magnífico recital, siempre salgo en volandas cuando escucho a la Capella y el Ensemble, que forman una dupla perfecta para esta música. Espiritualidad, sobriedad, música que inmediatamente me traspone. Unos profesionales como la compa de un pino con una trayectoria de labor investigadora e interpretación rigurosa. A título de curiosidad, me llamó mucho la atención un instrumento de viento de considerables dimensiones que resultó ser una flauta de 16 pies (evidentemente lo pregunté a los músicos). Y como tenemos también vídeo pues no hay más que decir.


Musicalmente el fin de jornada fue una vuelta de calcetín para mí, ahora me entenderán. En el Auditorio de las Ruinas de San Francisco (Baeza) a las 20:30 tuvimos la cita con el Ensemble la Chimera, formación argentina dirigida por Margheritta Pupulin y el programa Tiempo Antico: Música de Emigrantes , idea que nace en torno al tenor Enrico Caruso y como homenaje a los emigrantes. Se estructuró en tres partes claramente diferenciadas: Mediterráneo, La Traversata y Buenos Aires. La primera se abrió con una obra del s. XX de Raffaele Viviani para continuar en una línea de obras italianas del s.XVII., en la segunda parte de los cantos sicilianos dimos un salto en el tiempo al s.XX (Rigano, Caruso, Piazzola) que se continuó en la tercera parte con un claro predominio del tango. No niego el buen hacer como músicos de la formación, ni las cualidades vocales y expresivas de Pino de Vittorio (para mí bastante histriónico), Maximiliano Baños y Deborah Troila, pero que quieren que les diga, a mí esto me dejó bastante frío. Tomando como excusa/vehículo la migración italiana y con algunos apuntes antiguos, nos plantaron un programa que no creo sea para un festival como el que nos ocupa. Ni niego el valor del tango, pero no es mi género ni lo aquí se trata musicalmente. Al público le encantó (tocar tocan bien oigan, y los tangos con instrumentos 'de época' no quedan nada mal), no es la primera vez que no entiendo que sucede a mi alrededor. ¿Música Antigua? no llevo bien me den gato por liebre.

La Chimera

Miércoles 7 de diciembre

Mi último día de Festival comenzó en el Teatro Montemar (Baeza) a las 12:30. El Ensemble Ditirambo nos presentó su proyecto (que es además un CD que presentaron en el Festival) Recetario Novohispano: El Mole. Una propuesta mixta y arriesgada que en principio me suscitó reservas habida cuenta de la mala experiencia de la noche anterior. Pero no, esto era otra idea hábilmente tejida: el resultado del choque de culturas en México con motivo de la colonización española. Mole precisamente significa mezcla y es lo que se fue mostrando a lo largo de la hora extensa que duró el recital, que se era presentado por la narradora Daniela Salazar como si de una carta culinaria se tratase, con mucho sentido del humor. Textos, canciones y danzas indígenas, obras orientadas al culto pero impregnadas del carácter local, y entre medias de todo eso fandangos, peteneras y jácaras. Destacaron las obras de Gaspar Fernández, Francisco López Capillas y Sor Juana Inés de la Cruz. Hubo muchas músicas diferentes y en algún momento antagónicas (no sólo la mezcla contaba, también el contraste cultural) pero todas ellas acordes al momento histórico que se reflejaba, y tocadas con buena solvencia. Yo salí con una sonrisa y habiendo disfrutado. La versión del programa que nos ofrecieron fue con plantilla reducida de la formación, en el CD lo pueden disfrutar con la misma completa y está disponible en el sello Lindoro.

Ensemble Ditirambo

Para finalizar mi asistencia, no podía darse mejor lugar que la Sacra Capilla del Salvador (Úbeda) donde a las 20:30 teníamos cita con el conjunto vocal Stile Antico. La formación británica nos ofreció un maravilloso programa con dos protagonistas: William Byrd y Sebastián de Vivanco, ambos tan separados geográficamente como unidos por la excelencia y espiritualidad de su música. Con una impecable técnica vocal desgranaron sus obras agrupándolas en estos conceptos: Música Devocional Mariana, Cantar de los Cantaras y Música Devocional Doméstica, Música para  Pentecostés, Música para Monarcas y Santos y Exequias y Aflicción. No puedo extenderme mucho más, porque cuando hay perfección sobra la palabrería. Y cuando uno levita con la música no se puede pedir más. Por ahora no tenemos vídeo del recital, pero les dejo precisamente uno del villancico Es ist ein Ros entsprungen que nos regalaron como propina.

Stile Antico

 

Apéndice 1: El lamentable caso del Órgano Virtual:

Como es costumbre, de forma paralela al Festival de Música Antigua de Úbeda y Baeza, tiene lugar el Festival de Música Antigua Andrés del Vandelvira, que ofrece una extensa programación repartida por la provincia de Jaén, en los monumentos obra del arquitecto. Es una programación extensa e igualmente importante que merece la pena atender pero que a mí por calendario y distancia no me da ocasión de disfrutar (sólo a algunos sueltos pude ir alguna vez). Y bueno, la cuestión es que para dicha programación nos colocan esto que tuvo lugar en Santiago de la Espada el 24 de septiembre y en Castellar el 25 de septiembre: Clarines de Batalla (Monográfico de Martín y Coll). Hasta ahí muy bien, atendamos a la formación: 

Vicente Alcaide: Trompeta Histórica
Álvaro Garrido: Percusión
Abraham Martínez: Órgano Virtual

Es cierto que no existen órganos en la mayoría de esos monumentos, y ya saben los lectores que en más de una ocasión pongo el dedo en la llaga que durante el Festival se programen conciertos de órgano sólo en la Iglesia de San Andrés de Baeza, cuando en la localidad hay otro órgano en buen estado de uso además de en Úbeda, pero ¿recurrir a un programa informático basado en samples de sonido? Porque señor@s, eso de órgano virtual es un timo, es una consola midi conectada al software Hauptwerk, que si  bien para muchos estudiantes es un recurso accesible para el estudio, no es de recibo en un Festival de categoría. Para ofrecer este programa un órgano positivo/portativo habría cumplido sobradamente el propósito ¿qué necesidad hay de meter un dispositivo electrónico/informático de por medio?. Más cuando se por fuentes fiables que el organista que ofreció este desatino posee un positivo.

Por si fuese poco, en el Facebook del FeMAUB se borró una publicación donde un servidor y un organista profesional criticamos esta decisión (con un lenguaje respetuoso que no merecía censura alguna). En esa publicación se anunciaba el susodicho concierto y de paso se daba pábulo a esa 'novedad' del órgano virtual. Parece que se han olvidado muy pronto los ríos de tinta que provocó la adquisición allá por el año 2006 de un órgano de tubos digitales de la firma Allen por parte del Cabildo de la Catedral de Valladolid, ocasión en que la misma organista Montserrat Torrent se manifestó poniendo en relieve el error de este tipo de iniciativas. Y acaso ¿las redes sociales no están nada más que para la alabanza?, no me parece serio.

Y también sé, que al FeMAUB le llegaron propuestas de organistas que ofrecían un órgano positivo para hacer un recital de estas características, y sin embargo cayeron en saco roto. El organista virtual ciertamente sabe venderse muy bien.

Les dejo la constancia de la pamplina virtual en forma de vídeo publicado por el Festival:


Apéndice 2: Podría haber estado mejor

Si bien el Festival de Música Antigua de Úbeda y Baeza sigue siendo uno de los más importantes en nuestro territorio, creo que habría que cuidar esa trayectoria y no dar cabida a una cierta autocomplacencia. Digo esto porque alguna de las propuestas que he visto en los últimos años caen en eso. Hay repertorio en investigación, muchas cosas que ofrecer y en este país sigue habiendo bastante ignorancia en relación a la música antigua, hay que luchar por su difusión siguiendo criterios rigurosos, y no confundir a la audiencia con cosas como las que he descrito justo en las líneas que preceden o lo del tango por liebre. Respecto a esta edición en cuestión, he echado en falta más peso en lo instrumental: hemos tenido magníficas, excelentes propuestas en la música vocal/coral, pero ninguna gran formación instrumental del ámbito europeo. Creo que habría que hacer incapié en eso. No obstante, sigo felicitando al Festival por su labor y encomio y espero que no nos falte nunca, pero no bajen la guardia por favor...


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