miércoles, 28 de agosto de 2024

Bodas de Oro Discográficas

El año pasado dediqué una extensa publicación con motivo del 50 aniversario de Tubular Bells de Mike Oldfield, y este toca rememorar otro de sus grandes trabajos. Pero ya puestos, me planteé hacer algo más extenso, porque 1974 fue un año magnífico en cuanto a lanzamientos discográficos (toda esa primera mitad de la década años 70 no tuvo desperdicio) y he recabado que tengo unos cuantos ‘amores’ de los que no puedo prescindir. Así que ahí va mi selección musical, compartida en esta ocasión, y sujeta a criterio estrictamente personal, no me vengáis con ‘sobre este y falta aquel’.

Agradecimientos: a José Miguel López (Discópolis - Radio 3) por el permiso para reproducir su reseña de King Crimson y a Andrés Quesada su colaboración con las tres reseñas que aportan sabor español a esta publicación.

1 - Mike Oldfield - Hergest Ridge (Virgin)

Por supuesto, empiezo por éste, publicado tal día como hoy de 1974. El segundo trabajo del genio de Reading es un disco para buena parte de las orejas desconocido, oscurecido quizás por el abrumador éxito de Tubular Bells en su debut con Virgin, esta bellísima epopeya instrumental merece estar en el top de obras oldfianas. Aunque tuvo el mérito de estar en cabeza de las listas británicas junto al opus one del músico, la crítica no tuvo muy buen tratamiento para el mismo y eso afectó a un Oldfield que no pasaba por su mejor momento anímico.

Hergest Ridge es para mí un hermosísimo poema sinfónico de carácter pastoral. Precisamente esa ‘colina’ fue el entorno donde Mike se evadía haciendo volar su aeroplano radiodirigido, acompañado de su fiel Booglet, y así la no menos hermosa portada de Trevor Key con una fotografía en gran angular del paraje, que adopta forma de planeta rodeado de un cielo con sus nubes, y en la contraportada el citado can. Nunca una portada reflejó mejor las intenciones y el estado de un músico.

La primera parte sugiere un ciclo diurno evocador de un ambiente campestre, hay belleza a raudales. El comienzo es como un despuntar del alba y el cierre retoma la misma melodía para el atardecer. Hay varios clímax construidos con magistral exquisitez, el pasaje con el oboe como solista es posiblemente el momento más inspirado en toda la carrera del músico, y el coro que precede a la coda final es celestial y me transporta a una puesta de sol previa a la repetición del motivo inicial. Las texturas y planos sonoros son otro logro. Bravo por Mike, Tom Newman y Simon Heyworth, responsables del punto perfecto de cocción de esta exquisitez.

La segunda parte tiene ciertas similitudes a su homóloga con Tubular Bells, el comienzo es igualmente a cargo de las guitarras y algunos acompañamientos de teclados, y hacia los dos tercios de la composición también un segmento cañero, que en este caso es una tormenta eléctrica creada con 30 guitarras eléctricas dobladas. Estos fuertes contrastes me sugieren la gestión interna de los conflictos personales que Mike atravesaba en esa época, quien quiera que busque, no me extenderé aquí. También tenemos algunas partes cantadas en un dialecto antiguo, muy bellas de escuchar, pero a las que no hay que buscarle significación especial. El disco se cierra con una bella coda instrumental de ambiente intimista.

Hergest Ridge al igual que su predecesor, ha tenido varias mezclas. Y os resumo un poco su historia:

  1. Mezcla original de 1974, la mejor de todas para mí. Disponible sólo en LP’s de época y luego en 2009 incluida en la edición ‘De Luxe’
  2. Mezcla cuadrafónica de 1976 para la caja ‘Boxed’. Un grave error, pero parece que Oldfield la acometió afectado por las dispares críticas que recibió el álbum. Muchas texturas e instrumentos desaparecen, y la obra pierde su carácter ‘orgánico’. Lo único que los coros y la tormenta eléctrica suenan más definidos. El gran problema es que esta fue la mezcla usada a partir de cierto momento incluso en los lanzamientos en LP, y de forma exclusiva cuando Hergest Ridge fue lanzado en CD. Un chasco, y aún así yo conocí el disco por esta mezcla y me gustó (luego descubrí la original)
  3. Nueva mezcla en 2009, con motivo de los relanzamientos del sello Mercury. Una mezcla bastante similar a la original en estéreo, que desde luego en multicanal funciona muchísimo mejor que la cuadrafónica de 1976, pero con algunos retoques que a mí no me convencen y en algún momento ‘recargada’. Pero si ahora compras un CD suelto, es lo que hay.


2 - King Crimson - Red (Island)
Reseña reproducida del libro ‘Robert Fripp & King Crimson -  Música de alto riesgo
José Miguel López 1994, con permiso del autor.

(En 1974 el Rey Escarlata publica dos álbumes, y mi favorito es este que cierra su segunda etapa y tras el cual vendrá un amplio silencio hasta los años 80.)

…El ocho de julio (de 1974) entraron en los estudios Olympic de Londres a grabar nuevo material, lo que poco a poco iría conformando el disco Red. Se gestó en los meses de julio y agosto y oficialmente el grupo apareció como trío: Fripp, Wetton y Bruford. David Cross se había despedido tras el concierto de Nueva York, pero Fripp le llamó para que participase en las sesiones de grabación, igual que otros componentes anteriores de King Crimson (Collins, McDonald, Miller y Charig).

El título del disco, Red Rojo, hace alusión a la situación de alerta detectada en un vúmetro al traspasar el umbral del número 7. Los números están dibujados en blanco salvo el siete que figura ya en rojo. No es difícil deducir el significado: hasta ese momento King Crimson había realizado seis discos de estudio, éste era el séptimo, y la alarma se había disparado. El álbum es una maravilla con piezas sublimes como el instrumental con que comienza, y que precisamente es homónimo del título general.

Aparece toda la esfera frippertrónica, pero cada vez más perfeccionada. Red es continuación de Fracture y de la segunda parte de Larks’ Tongues In Aspic. La pieza está unida a la segunda, Fallen Angel Ángel Caido, identificativa del sentir de Fripp y King Crimson en esos momentos. Wetton entona distante una melodía que poco a poco se enriquece con todo el grupo y adornos de la corneta de Marc Charig, sustituidos por el oboe de Robin Miller, mientras la guitarra sostenida y el mellotron diseñan diversos contrapuntos melódicos.

Efecto de Sierra
En One More Red Nightmare, otra pesadilla roja más, Wetton grita unos versos tras un filtro, pero en realidad el tema es un intento de captar la energía del legendario 21st Century Schizoid Man, un lustro después y con los postulados estéticos de Red muy presentes. Hay momentos de improvisación común y se nota que el trío ha estado tocando unido un buen montón de actuaciones. Están compenetrados. En mitad de la canción aparecen los saxos: el soprano de Collins y el alto de Ian McDonald. Wetton distorsiona el bajo, Fripp se infla con todo tipo de pedales y Bruford redobla y amalgama los ritmos a su gusto. Improvisaciones finales de saxos y corte abrupto para concluir con una especie de efecto de sierra. Los tres temas fueron rescatados para la revisión de Frame by Frame. Todo un síntoma.

La Cara B de Red contiene el tema lírico más sublime de King Crimson: Starless, Sin Estrella. Iba precedido de Providence, gestado en esta ciudad norteamericana un mes antes de grabarse. Comienza con un ‘ad libitum’ del violín de David Cross. Es una larga improvisación colectiva en la que reina un ambiente expresionista arrítmico y semitonal. Sólo en la mitad Bruford trata de introducir un ritmo periódico mientras Wetton se desmelena con el bajo en fuzz y Fripp modela diversas melodías. La improvisación termina tras una intervención del violín resuelta a bote pronto, desvaneciéndose…

Pero la maravilla llega tras una breve pausa. El mellotron arropa una exquisita melodía de la guitarra sostenida de Fripp. El tempo es lento y el ambiente cálido. Tras la segunda repetición del tema, Wetton canta una melancólica y desesperanzada estrofa que habla de ‘Starless and bible black’, de estar sin estrellas y con la Biblia Negra, título que dió nombre al anterior disco del grupo.

La voz de Wetton es contrapunteada por diversos adornos melódicos de oboe y saxo y tras cuatro minutos se produce una ruptura que da paso a otro de los más celebrados clímax de King Crimson. Desde sonidos pianos y en progresiones de segunda, con superposiciones instrumentales y definiéndose poco a poco los elementos rítmicos, Starless estalla en un soberbio punto alto, establecido únicamente por el trío base, pero enriquecido hacia los nueve minutos con un soberbio solo de saxo (estructurado según los doce compases del blues tradicional, que se repiten en dos ocasiones). Tras ellos hay una pausa donde oboe y alto plantean el unísono el tema principal y luego estalla todo el grupo al complete en una potentísima coda resuelta esta vez ¡por fin! de forma coherente y gratificante: retomando nuevamente el tema principal por los instrumentos de viento y concluyendo con un acorde final. Algo inaudito, pero hermoso.

(Las últimas reediciones de Red incluyen nuevas mezclas tanto en estéreo como multicanal, de la mano del propio Robert Fripp con Steve Wilson.)


3 - Tangerine Dream - Phaedra (Virgin)

Segundo fichaje de Virgin Records para esta reseña, y el primero que el grupo alemán firmó con la compañía. Este trabajo referente en la escuela berlinesa de música electrónica, es un punto de inflexión importantísimo en TD y en el mismo afianzan el que será su sonido característico de la década, con un uso cada vez más acusado de los secuenciadores.

Phaedra (personaje mitológico griego), quinto álbum de TD, es un trabajo menos árido que lo anteriormente publicado por los alemanes, sin llegar a ser algo que se pudiera etiquetar de comercial. Desde luego una música muy difícil de clasificar ¿contemplativa? ¿evocadora? ¿abstracta?. Su grabación fue un proceso arduo y laborioso, con algunos problemas técnicos sobrevenidos, pese a lo que el registro ha llevado muy bien el paso del tiempo.

La primera pista, la que da título al álbum y ocupó toda cara A del LP, tiene una progresión in crescendo y aún perdura su visión cósmica de la música electrónica de los años anteriores. Al ritmo cíclico de los secuenciadores se superponen toda clase de texturas electrónicas y armonía sonoras, con la única presencia acústica de las flautas de Peter Baumann, configurando un enigmático e inquietante paisaje sonoro lleno de claroscuros, cerrándose con una coda de carácter más ambiental.

Mysterious Semblance at The Strand of Nightmares, da comienzo con unos sonidos ambientales para pasar al protagonismo de Edgar Froese al mellotron muy tratado electrónicamente, menos convulsa que la anterior que la anterior pista, tiene una evocación casi mística. Tiene dos secciones diferenciadas por el cambio de ritmo.

Movements of a Visionary nos devuelve a la inquietud, un comienzo de efectos sonoros de acusada estereofonía y efecto cavernoso nos introduce en una escena misteriosa en la que irán apareciendo sucesiones de notas arpegiadas en secuencia sobre un fondo armónico cada vez más presente.

Cierra el álbum a modo de breve coda Sequent C’, la pieza más acústica del álbum, basada en el sonido de la flauta con Peter Baumann.


4- Kraftwerk - Autobahn (Philips/Vertigo)

Siguiendo en la onda electrónica, si antes hablamos de la Berliner Schluse, ahora le toca a la Düsseldorf Schule. Mismos medios para dos corrientes musicales, en este caso más industrial y fría, que terminaría siendo vehículo para la expresión del synth-pop. El cuarto LP de Kraftwerk (último en el sello Philips) los consagrará, aún alternaron los instrumentos electrónicos con los acústicos, pero justo el tema que da título al álbum ocupando completa la cara A con sus 22 y pico minutos, apuntalará la estética futura del conjunto alemán. La grabación comenzó en las propias instalaciones del grupo en Kling Klang, pero se realizó predominantemente en Conny's Studio. Como no podía ser menos en las producciones de la época, la estereofonía está explotada al máximo y curiosamente existió versión cuadrafónica del álbum, editada exclusivamente en Estados Unidos bajo formato cartucho de 8 pistas. No es complicado conseguir la misma en formato DTS magníficamente transferida por algún fan.

Inspirado en la en la autopista A-555 recién inaugurada entonces, el tema Autobahn es una propuesta de viaje musical que viene a reflejar la monotonía de la carretera, con un tema principal que se desarrolla dentro de unos parámetros minimalistas, atravesando distintas fases musicales. Predomina el uso de la percusión electrónica aunque aún hay concesiones a los instrumentos acústicos especialmente la flauta y la guitarra en la segunda sección de la pista. En la tercera sección del tema si hay claro predominio de los elementos rítmicos en lo que sería una premonición de su LP futuro Trans Europe Express. La pista proseguirá hasta su conclusión con variaciones del tema principal en una progresiva aceleración del tempo y motivos más ornamentados cerrándose con una brevísima coda.

Bastante más ambiental y abstracta comienza la cara B con Kometenmelodie 1 que sugiere una misteriosa evocación cósmica, una sensación de páramo futurista desierto en la que poco a poco un motivo cíclico al piano se hace presente. Le sigue con solución de continuidad Kometenmelodie 2 en la que si se hacen presentes elementos rítmicos y un leve aire synth-pop que aporta dinamismo al conjunto de ambas pistas.

Mitternacht posiblemente sea la pista más ambiental y experimental del disco que se desmarca de su temperamento general. Los acordes iniciales de los sintetizadores tienen reminiscencias organísticas, a continuación se establece un ritmo lento con profusión de efectos electrónicos generando una atmósfera de suspense sin una resolución definida.

Cierra el álbum Morgenspaziergang, evocación mitad electrónica y acústica de un paseo por el bosque, los sonidos electrónicos nos sugieren el canto de los pájaros, el gortoteo de un arroyo cercano. La flauta, el piano, y la cuerda pulsada aportan placidez a los aspectos artificiosos de la pista. Será la última vez que Kraftwerk transite por esta senda tan ‘clásica’, su futuro será plenamente electrónico.


5 - Rick Wakeman - Journey To The Center Of The Hearth (AM)

Segundo trabajo en solitario del gran teclista del grupo progresivo Yes. Supone un avance en su línea conceptual, abordando en este caso el relato de Julio Verne. El álbum fue grabado en el segundo concierto que dio en enero de 1974 en el Royal Festival Hall de Londres, una manera de resolver su publicación sin acarrear grandes costos de uso de un estudio de grabación, si bien se mezcló en el Morgan Studio de Londres. El disco tuvo edición cuadrafónica (sistema CD-4) en el mercado americano.

Participan del mismo la London Symphony Orchestra y The English Camber Choir, Garry Pickford Hopkins y Ashley Holt como vocalistas, Mike Egan a la guitarra, Roger Newell al bajo y Barney James a la batería, más el actor David Hemmings como narrador.

El álbum se estructura en dos amplias partes que originalmente ocuparon las caras A y B del LP. The Journey/Recollection comienza con una pomposa obertura donde se mezclan sintetizadores y orquesta, tras su desarrollo desenlaza en una sección vocal acompañada de orquesta, nuevo cambio de temática a un pasaje narrado y sobre el minuto 13 una sección más rítmica de aire rockero desarrollando un crescendo donde se suma la orquesta, para luego transitar por un breve pasaje coral con acompañamiento de coro hasta la coda que cierra la pista con un aire épico y especial protagonismo de la voz solista y la orquesta, y la despedida del narrador. The Battle/The Forest se presenta con el narrador y da paso a una sección de marcado rock progresivo, que me recuerda mucho a los primeros álbumes de Alan Parsons. Fuerte presencia rítmica de la batería, pasajes virtuosos de sintetizador acompañando vocalistas y coro y discreta presencia de la orquesta en estos primeros minutos. Sobre la mitad la narración relativa a The Forest toma más protagonismo, pasajes con vocalistas y coro y un acompañamiento instrumental igualmente progresivo se suceden hasta desembocar en una rememoración de Peer Gynt de Edward Grieg principalmente protagonizada por la orquesta y el coro. Se cierra el álbum desarrollando el tema principal de The Journey formando una bella coda de tintes épicos, con una gran ovación del público que asistió a tan magnífico concierto.


6 - Gong - You (Virgin)

Este álbum, tercer fichaje de nuestra reseña en Virgin Records (tuvieron un año plagado de aciertos) y excelso cierre para la trilogía Radio Invisible Gnome (al mismo precedieron Flying Teapot y Angel’s Egg) es todo un derroche de rock exquisito con tintes psicodélicos, espaciales y jazzísticos, que cerró la primera etapa de la formación comandada por David Allen, protagonizada por los Pot Head Pixies, esos locos duendecillos del planeta Gong, comandados por Zero The Hero. Tenemos aquí el mejor álbum de la época de David Allen, fundador de la banda, en el que la guitarra de Steve Hillage se muestra en pleno apogeo, con un inmejorable base rítmica a cargo de Pierre Moerlen. Toda una experiencia auditiva si te gustan los intrincados y extensos desarrollos instrumentales que se alternan con una temática absolutamente surrealista y cachonda, recordando mucho a los planteamientos de Frank Zappa. La producción y el sonido estuvo a cargo de Simon Heyworth, habitual de los estudios Manor propiedad de Virgin. Los dos primeros temas de claro predominio vocal, hacen de preámbulo y presentación al disco. Thoughts for naught con un David Allen recitando con extraño acento sus intenciones de convertirse en estrella y ascender a la pirámide (véase la portada del disco) con un fondo de flauta y teclados como acompañamiento. Le sigue A P.H.P.’s advice como introducción también casi narrada a lo que será el viaje astral de este disco, en un tono humorístico acompañado de notas de guitarra y percusión. El sonido de un Gong hace de transición al siguiente tema Magick Mother Invocation, y aquí ya empieza lo bueno. La voz de Guilli Smith acompañada de un coro tibetano y sintetizadores transita esta breve pieza planeadora que tiene continuidad con la extensa Master Builder, donde aparecen más voces, adornos de teclados, flauta, percusión, en un crescendo progresivo tanto en lo sonoro como lo rítmico hasta que los pasajes jazzisticos del saxo toman protagonismo. Es uno de los mejores momentos del disco donde se hacen presente toda la mezcla de estilos que trabajaron los Gong. Sucede en medio un corte abrupto, con sonidos de pájaros, notas y frases de Allen sueltas, para retomar de nuevo la cadencia original pero mucho más rockera ahora, haciéndose presente la guitarra de Steve Hillage. Toda esta apoteosis llena de energía finaliza repentinamente con una estrofa cantada por Allen. Cierra la Cara A del LP A Sprinkling Of Clouds, pieza inicialmente ambiental, con sonidos bien propios del space rock; y acompañamiento de osciladores en diferentes frecuencias que se van superponiendo en una atmósfera de creciente éxtasis. Una exótica percusión se suma al conjunto, aún habrá lugar para sonar un bajo que traza variaciones sobre este mantra para a continuación el ritmo evolucionar a tintes más jazzisticos. En adelante todo se vuelve más barroco, y en sus últimos minutos experimentamos un subidón de de energía, con unos tremendos guitarrazos de Hillage, pasajes a cargo del saxo y la percusión ya totalmente fuera de sí, conformando un clímax que no esperábamos en el inicio y desenlaza con trazas tribales. Cambiamos totalmente de estilo y se abre la Cara B del LP con la rockera y a la par cabaretera Perfect Mystery, guitarra y vibráfono acompañan las voces narrativas de Guilli Smith y David Allen, el tema atraviesa varias secciones donde se alterna lo musical y lo teatral. Retorno a la atmósfera planeadora con The Isle of Everywhere, voces susurrantes y una misteriosa percusión abren el tema que irá ganando riqueza rítmica y el colchón sonoro de los sintetizadores. Guitarra y saxofón se unen al conjunto en un claro estilo improvisatorio, conformándose un extenso instrumental 'space rock / jazz', que viene a ser un anticipo del futuro estilo del grupo cuando ya no esté David Allen y tome las riendas Pierre Moerlen. Del tema anterior se pasa directamente a You Never Blow Yr Trip Forever que cierra este magnífico álbum. Partiendo de la base rítmica anterior escuchamos por aquí y allá breves intervenciones vocales de David Allen en un estilo casi cómico, para bruscamente cesar este caos para suceder canto recitado con un estilo mucho más tranquilo y ambiental, que bruscamente cambiar a una sucesión de frases bruscas. Se suceden secciones de distinto carácter teatral y musical, la sensación de caos aumenta progresivamente, hasta aparece un ritmo de vals en medio de este conglomerado sonoro. Nuevos ritmos y voces decrecientes en eco acompañados de la flauta configuran la coda final.


7 - Genesis- The Lamb Lies Down On Broadway (Charisma)

El sexto álbum de estudio de Genesis y cierre de la etapa de Peter Gabriel en sus filas. Se da la circunstancia que la preparación de su grabación tuvo lugar en una reunión de todos los miembros del grupo con sus familias en el campo, en un intento fracasado de aliviar tensiones que venían surgiendo en el seno de la formación desde hacía un tiempo.

Este trabajo de extensa duración (doble LP) e inspirado en la película El Topo de Alejandro Jorodowsky, donde todo el peso de las letras recae sobre Peter Gabriel, narra la historia de Rael, un extrovertido y aventurero puertorriqueño  llegado a Nueva York y sus vivencias y peripecias en la gran urbe, con una clara conexión mitológica.  En el álbum Gabriel asume la identidad de Rael para narrar la historia. Podemos apreciar una clara evolución del sonido de la banda, más crudo, con una mayor mezcla de estilos, notable teatralización y una estructuración en temas más cortos, si bien muchos de ellos suenan con solución de continuidad y algunos se insertaron a modo de puentes entre los temas principales, para facilitar los cambios de puesta en escena de las actuaciones en directo.

Reconozco que me llevó tiempo apreciar este trabajo de Genesis: para una parte de los fans, entre los que me incluyo, se hace algo larga su escucha y la absoluta predominancia de la narrativa sobre la musicalidad resta puntos si no eres de los que pilla la lengua de Shakespeare al oído. Para los seguidores angloparlantes de la banda, la experiencia ha de ser posiblemente muy distinta. No obstante contiene pasajes de gran potencia musical y el novedoso sonido respecto a trabajos anteriores aporta el plus de la evolución.

Hacer un análisis tema a tema de este extenso trabajo descompensaría mucho esta reseña, y está ya bastante documentado en otras reseñas de internet, no obstante voy a fijar la atención en los temas más significativos para mí.

Abre el disco 1 The Lamb Lies Down On Broadway, haciendo justa presentación al trabajo completo, en la que Rael se nos presenta como el cordero. Pista de sonido denso y bastante enérgica, donde sorprende Peter Gabriel con una voz bastante menos lírica a la que nos tenía acostumbrados. Le sigue Fly On A Windshield que se inicia suavemente en un carácter más intimista para desenlazar bruscamente en un rock instrumental de ritmo pesado y atmósfera bizarra que precederá al siguiente tema. Ya comenté que prácticamente cada cara de los LP’s suenan con solución de continuidad.

In The Cage es posiblemente el tema más progresivo del álbum, y recuerda a los anteriores trabajos de Genesis. Una breve narración transita a un discurso más directo y el acompañamiento de la voz y el ritmo van ganando en intensidad,  para luego mutar a un desarrollo instrumental con secciones vocales intercaladas y protagonismo de todos los componentes del grupo y cerrarse con un fondo de teclados.

Back In N.C.Y. abriría la cara B de este primer disco, seguramente de las pistas más ‘crudas’ del álbum que se inicia con un bajo y  batería pulsantes preceden a la voz desgarrada de Gabriel con una percusión y sintetizador minimalistas en su concepto, el tema evoluciona a una mayor variedad narrativa y musical, le sigue Hairless Heart, un instrumental lírico de gran belleza expresiva y de mis momentos favoritos, aún tratándose de un tema de transición con Counting Out Time que sorprende por su novedoso sonido pop.

The Carpet Crawlers es otro gran tema de esta cara B, un Gabriel mucho más lírico sobre un fondo de teclados y guitarra con un estribillo coral que se intercala entre las distintas secciones y un papel de acompañamiento discreto de Collins en la batería.

El disco 2 se inicia con Lilywhite Lilith, otro potente e intenso tema cantado por Gabriel que se enlaza con la misteriosa e instrumental The Waiting Room que sorprende por sus reminiscencias de la electrónica Berliner Schluse.

The Lamia es un tema de gran expresividad y con sonido clásico de Genesis. Da comienzo con Gabriel cantando acompañado por el piano para luego evolucionar a un tema de tempo medio y bello lirismo  con acompañamiento de teclados, mellotron y la guitarra al final.

La última cara del doble LP comienza con una mini suite llamada,The Colony of Slippermen dividida en tres secciones, donde se alternan el carácter rockero y progresivo. The Light Dies Down on Broadway será el tema central de esta cara, revisitando la melodía del título del álbum a modo de preparación del final, en la que los temas restantes aún nos depararán sucesivos cambios de carácter y estilo.

Como he apuntado, para un seguimiento argumental estricto de este gran trabajo, hay multitud de reseñas en internet, por lo que decidí no reiterarme.

Reseñas de discos españoles por Andrés Quesada Domínguez


8- Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán - Señora Azul (Hispavox)

1974 también fue el año que vio nacer una de las piedras angulares del pop español que ha quedado para la historia. De la disolución del grupo Solera llegaron  Rodrigo García y José María Guzmán, Adolfo Rodríguez fue vocalista de Los Íberos, y del grupo de música progresiva Franklin se unió el batería Juan Robles Cánovas. Inspirados en Crosby, Stills, Nash & Young se bautizaron como Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán contando con la producción de Rafael Trabucchelli y el respaldo de la compañía Hispavox, quizás la más importante en la difusión del pop en España, grabaron el álbum Señora Azul siguiendo una línea pop-folk con unas letras de gran hondura y calidad no exentas de crítica social.

Mucho se ha especulado sobre el significado de la canción que da título al LP, compuesta por Rodrigo García. No faltó quien la entendió como una crítica al régimen de Franco, por aquello de la representatividad del color azul. Aunque no está de más dejar un margen a la libre interpretación de las letras poco explícitas, parece ser que su autor manifestó que la escribió como un alegato contra la crítica periodística musical. Toques de órgano Hammond y unos soberbios arreglos de metales rematan las últimas estrofas y hacen una coda por todo lo alto.

Bajo la autoría de Rodrigo García está también Sólo pienso en ti, que merece una mención a parte por una letra que no ha perdido un ápice de hermosura con el paso de los años, María y Amaranta, un relato de amor lésbico que pasó desapercibido ante la censura, y Nuestro problema, que trata sobre una relación de pareja en vía muerta debido al aburrimiento y la rutina. 

Compuestas mano a mano entre Cánovas y Rodrigo figuran El vividor, una graciosa historia a ritmo de country que cuenta en primera persona las andanzas de un muchacho con gran suerte y habilidad para la vida cómoda pero con poco apego al compromiso y a los esfuerzos físicos e intelectuales, y Carrusel, una canción muy inocente pero plena de juegos vocales y arreglos instrumentales con toques de sintetizador.

A José María Guzmán se le atribuyen Buscando una solución, un relato sobre las vicisitudes de un individuo de mente dispersa y distraída, El río, un tema un tanto ñoño e infantiloide pero envuelto de una gran belleza instrumental que contrasta con otro de gran enjundia, Si pudieras ver. En Supremo director retrata con gran acierto la vida de los altos directivos de las grandes empresas, que podríamos idealizar pero que, como los discos, también tiene su cara B.

La única participación como autor de Adolfo Rodríguez fue Don Samuel Jazmín la historia de un tacaño extremo, cuya avaricia le llevó a reunir una fortuna que sólo disfrutaron sus herederos.

Hasta aquí mi resumen de un disco muy completo que en su momento fue poco promocionado, la compañía apostó por otros proyectos que consideró más lucrativos. El reconocimiento que le ha ido llegando con el tiempo ha sido la mejor promoción y ha suplido en buena parte el escaso “empujón” que tuvo en su momento.


9- Canarios - Ciclos (Ariola)

Estamos quizás ante una de las obras más faraónicas que ha parido la industria musical española. Por ponernos en contexto, Canarios fue un grupo nacido a mediados de los 60 en Las Palmas de Gran Canarias caracterizado por tener un directo de lo más potente de la escena musical española, contaban con una sección de metales demoledora y un cantante (Teddy Bautista) con una voz hecha para cantar Soul además en inglés de verdad, nada del “guachiguá” que caracterizaba a otros solistas cuando intentaban cantar en la lengua de Shakespeare. Quizás el periplo internacional que tuvo el grupo antes de ser fichados por Barclay bajo la batuta de Alain Milhaud hizo que tuviera aquella soltura idiomática. Después de éxitos como Get on your knees, Peppermint frappé o Free yourself, en 1972 Teddy disuelve la banda para relanzarla ya sin sección de metales y con la intención de grabar un álbum progresivo dando un giro radical a la línea estilística. 

De los nuevos Canarios solo quedaba Teddy, la formación la compondrían el batería Alain Richard, el guitarrista Antonio García de Diego, el bajista Christian Mellies y el teclista Mathias Sanvellian. Que aquel grupo llevase el nombre de Canarios cuando el asunto ya no tenía nada que ver parece ser que fue una imposición de la discográfica Ariola, para aprovechar el tirón comercial del grupo. Teddy se encargó de la voz, mellotron y sintetizadores Moog, programados y afinados por técnicos de la casa Moog que se desplazaron a España ex profeso para la grabación. Se contó también con artistas invitados entre los que destacan la soprano Rudmini Sykmawati y Alfredo Carrión como arreglista de las partes vocales y director del coro. La grabación contó con el presupuesto más alto con el que había contado un disco en España hasta la fecha, aproximadamente dos millones y medio de pesetas de las del año 1974, de los cuales la discográfica solo pudo recuperar una pequeña parte. El disco se ofreció en formato doble LP en portada desplegable y un extenso folleto prolijamente ilustrado con fotografías de las sesiones de grabación y detalles técnicos y artísticos de la misma.
La obra no fue algo tan simplista como una adaptación de las Cuatro Estaciones de Vivaldi, sino que simplemente se aprovechó la estructura para representar musicalmente las cuatro etapas de la vida humana: Nacimiento, juventud, madurez y vejez. Cada uno de esos movimientos son denominados “transmigraciones”. 

El primer movimiento (Paraíso remoto) arranca con una intro de sintetizadores en forma de “muro sonoro”, para después relajarse y dar paso a la melodía cantada por Rudmini Sykmawati y el llanto del bebé que acaba de nacer, a partir de ahí surge la melodía de la Primavera de Vivaldi, a base de sintetizadores y punteos de guitarra. García de Diego nos sorprende cantando en falsete.
Coros sobre un lecho de mellotrón abren el segundo movimiento (Abismo próximo) en una sucesión de pasajes cargados de barroquismo y otros más relajados y sencillos donde no falta un excelso solo de guitarra. Al final reconocemos la melodía del Verano de Vivaldi terminando sorpresivamente con un bolero interpretado por el Trío Porteño.

El tercer movimiento (El entorno futuro) abre con un despliegue electrónico por Teddy Bautista y múltiples percusiones acústicas en uno de los pasajes más densos de la obra. Hay referencias continuas de la obra de Vivaldi, pinceladas jazzísticas, aflamencadas, barrocas, épicas, góticas, rock, etc. A mitad del tema vuelve el relax y la calma con coros, percusiones y piano acústico que le dan un giro radical. Sorprendentemente aparece un canto gregoriano con campanas de fondo (pasaje denominado “monasterios”) que da paso a la experimentación de Teddy Bautista con ambientes de teclado sobre la obra de Vivaldi. Acaba con un villancico.

El cuarto movimiento (El eslabón recobrado) nos presenta un solo de piano acústico que da paso a la sección rítmica y a una delirante guitarra. Hay una ruptura musical en la que intervienen coros que realizan un excelente juego de voces y a continuación un solo de bajo en el llamado Ballet de las sombras. Llegan los momentos más cósmicos y atmosféricos en el corte instrumental Vanessa, que da paso a un toque de arpa, para cerrar con los últimos cinco minutos del disco con una sección rockera para la Hiperdestrucción y el Apocalipsis final. Grandioso.

Tengo que confesar que es una obra que no encandila ni enamora a la primera escucha quizás por lo apabullante y lo denso del planteamiento, pero dejándola reposar y abordándola de nuevo en el momento adecuado se disfruta plenamente. Le doy un lugar merecido entre los mejores discos grabados en España en el año 1974.


10- Miguel Ríos - Memorias de un ser humano (Hispavox)

Último LP del artista granadino con el sello de la calle Torrelaguna. En este disco se nota claramente el “divorcio” que existía entre el artista y la discográfica. No hay ni rastro del “sonido Torrelaguna” ni de Rafael Trabuchelli. Ambas posturas estaban muy lejos de encontrarse. Miguel Ríos quería explorar terreno y darle forma a sus inquietudes musicales y la compañía quería que grabase más singles superventas. Al final la disputa se resolvió de forma ligeramente satisfactoria para el granadino, porque aunque le vetaron el proyecto original, Memorias de un ser humano colmaba sus deseos y expectativas. Aunque hay arreglos orquestales nada tienen que ver con la "Factoría Torrelaguna". También encontramos a un Miguel Ríos más maduro y pegado a la realidad que en trabajos anteriores.

La dirección y los arreglos iban a cargo del portugués Johnny Galvao y la producción del propio Miguel Ríos. Contó con la presencia de Bob Thackway a la batería, Carlos Attias al bajo, Antonio Pérez y Johnny Galvao a las guitarras, David Waterstone a la armónica, Mariano Díaz a los teclados, Tito Duarte con las percusiones y Teddy Bautista con los sintetizadores, que representaban la vanguardia del sonido en las producciones de la época. También pusieron voces Antonio Pérez, Luisa Galvao, Nene Morales y Carlos Attias.

La portada fue obra de Máximo Moreno, a la sazón hermano de Josele el de Los Payos y del cantautor Benito Moreno. Miguel Ríos firmó cinco temas, uno de ellos, Sweet California junto a su pareja entonces Margaret Watty, Desde mi ventana la firma José María Guzmán, componente de Cánovas Rodrigo Adolfo y Guzmán. “B.B.” Muñoz, cantante y compositor argentino de nombre real Pedro Muñoz firmó Vivirás Tanto…, La Mina, junto a M. Ríos y la que da nombre al disco, Memorias De Un Ser Humano. Se nota la influencia americana en el disco traída de su estancia en Estados Unidos. Siguiendo un paralelismo con otras obras, el álbum fue un fracaso comercial en su momento y las buenas valoraciones le han ido llegando después. El buen gusto a la hora de elaborarlo, sus arreglos, buenos riffs, melodías de piano y algún inspirado solo de guitarra hacen que sea un disco muy disfrutable de principio a fin.

Abre con Vivirás tanto… toda una declaración de filosofía de vida a tiempo lento con deliciosos puentes de piano Fender Rhodes y arreglos de cuerda. El Juglar es una reivindicación de la libertad de expresión y una crítica al tráfico de influencias y las opiniones compradas narrada desde un alejamiento temporal (incluso en los guiños musicales) para burlar el posible lápiz rojo. La Mina es un rock clásico, movido y cañero, con batería y bajo potente adornado de coros femeninos. Una crítica al trabajo duro y poco recompensado en su letra. Con Buenos Días vuelve la relajación, se abre con sonidos de ambiente marítimo y se da paso a una canción con acompañamiento más minimalista, una guitarra acústica y unos arreglos de cuerdas sutiles, alejados de la ampulosidad ‘trabuccheliana’ de la que se habían desmarcado claramente. Por Si  Necesitas, una de mis favoritas del disco, es una balada rockera con un contundente solo de guitarra y un Miguel Ríos especialmente brillante en la parte vocal. Sweet California quizás es la más americana de todas, con una potente guitarra rítmica que arropa todo el tema. Los cambios de ritmo y algún que otro solo salpicando hacen que los 5 minutos y medio no se hagan demasiado largos. Desde Mi Ventana es un retrato de la vida en una gran urbe desde el punto de vista de alguien poco urbanita y desde el encuadre que ofrece una ventana de una vivienda de lo que se supone un gran bloque de pisos.

El tema que cierra el LP y le da título, Memorias De Un Ser Humano abre con una deliciosa melodía de piano para dar paso a una mayor potencia instrumental que envuelve a un rock a tiempo lento ayudado de coros femeninos. Letra muy autobiográfica y, como la que abre el disco, de claras intenciones vitales. Los arreglos de cuerda refuerzan y apoyan el tema, que acaba con la melodía de piano, una nota que se desvanece, el pianista que aparta el taburete y camina hacia una puerta que cierra de un sonoro portazo. Un portazo a una etapa de seis años en Hispavox que cerró unas relaciones que se habían vuelto quizás demasiado tensas entre un sello un tanto paternalista y un artista que quería volar por libre.

1 comentario:

jesus dijo...

Como siempre, excelente trabajo de análisis. Un placer de lectura.