martes, 16 de octubre de 2018

Discografía comparada Conciertos Brandemburgo I: Baumgartner, Richter, Britten y Leohardt


Siguiendo los pasos de mi buen amigo Fernando López, acometo en estas líneas el reto de hacer una crítica comparativa de una obra musical, tomando como referencia mi fondo discográfico. Ya hace unas semanas os hice un adelanto de por donde irían los tiros, con una de mis obra de Bach favoritas, los Conciertos de Brandeburgo. El 19 de marzo me puse a escuchar y tomar mis primeras notas. Espero que haya valido la pena una entrada tan extensa, no sé cuando me sentiré con fuerzas para repetir algo de esta índole. Son en total 8 versiones analizadas, divido el asunto en dos entradas distintas para facilitar su lectura, aquí van las 4 primeras.

Festival Strings Lucerne – Rudolf Baumgartner (Archiv/DG - 1959-1960)

Grabación editada originalmente en la filial Archiv del sello amarillo Deutsche Grammophon, y que gran parte de los melómanos adquirimos en posteriores reediciones económicas en la serie Privilege del mismo sello. La formación de cámara suiza nos dejó un registro que aunque huyendo del Bach “mastodóntico” que se ofrecía por esas fechas está lastrado por un sonido excesivamente pastoso a los oídos del melómano actual, pero con momentos interesantes. El clave del bajo contínuo tiene en general una toma lejana o bien por el sonido del instrumento, a finales de los 50 o tocaban con un Pleyel o con réplicas aún no muy conseguidas.

En el Concierto Nº1 es de los que más evidencian los defectos de las viejas grabaciones. El primer movimiento el tempo es pesante, la sonoridad apelotonada donde no se distinguen las trompas y todo con un notable legato y vibrato. El adagio no está tan inflado en orquestación y se deja escuchar mejor, el violinista desarrolla sus pasajes con expresividad e indudables toques románticos. El siguiente allegro y el menuetto mit polacca (más lento si cabe) siguen faltos de cierta chispa aunque no están tan recargados como el primer movimiento y en algún momento se aprecia la afinación algo dispar en los violines.

El Concierto Nº2 es posiblemente el mejor de esta vieja grabación, el diálogo entre los distintos instrumentos fluido, la ornamentación sin alardes pero suficiente. El único aderezo romántico se aprecia en el vibrato de algunos pasajes, más en el segundo movimiento andante. El tempo en el primer movimiento allegro y el último allegro assai es casi idéntico y se habría agradecido alguna diferenciación, pero bastante ágil en general. No ha envejecido nada mal.

El Concierto Nº3 adolece de una interpretación lenta en su primer allegro, no obstante hay claridad en las distintas voces. La transición entre los dos movimientos rápidos se resuelva con una brevísima coda de las cuerdas y el bajo contínuo. El movimiento final allegro está más acertado y los instantes solistas del violín son de un fraseo elegante y sin cargas románticas excesivas.

El Concierto Nº4 suena bastante desfasado a nuestros oídos actuales. El tempo de primer moviento algo pesante, no obstante el equilibrio entre las distintas partes está conseguido sin que haya un predominio de ningún instrumento. El andante está contenido, suena romantizado pero sin que sea un exceso y manteniendo el equilibrio instrumental. El presto que cierra el concierto tiene algo más de chispa que el primer movimiento aunque con los mismos reparos y un sonido algo desagradable en algunos pasajes de las flautas de pico, a las que en general se les va la mano con el vibrato. Rudolf Baumgartner en este caso como violinista es lo más destacable de este concierto, con unas intervenciones dotadas de expresividad.

El Concierto Nº5 comienza también con un tempo correcto nada pesante y un diálogo claro entre los instrumentos, el legato más patente que en otras versiones. El clavecinista Ralph Kirkpatrick ofrece una lectura que no esta mal para la época pese al sonido del instrumento, con un fraseo quizás algo insuficiente. El affettuoso muy reposado y algo melancólico, con algunos vibratos inherentes a la época del registro. El allegro que concluye el conciertoestá más conseguido que el resto de movimientos en su concepto general, con más chispa, aquí se echa en falta que el sonido de un clave más idóneo.

El Concierto Nº6 vuelve a mostrarnos los defectos que apreciamos en el primero, tempos muy pesados en todos los movimientos, que sumados a la sonoridad grave de por sí de este concierto hacen que la lectura sea muy oscura. El adagio ma non tanto es directamente un lamento de tristeza. El allegro que concluye la obra en la misma línea de pesante y poca claridad en las líneas melódicas.

Münchener Bach-Orchester - Karl Richter (Archiv – 1967)

Richter, considerado durante años una autoridad en las interpretaciones de Bach y hoy totalmente denostado por los acérrimos del historicismo, dejó unas grabaciones con sus luces y sus sombras, que en mi opinión son de obligado conocimiento para entender cómo ha evolucionado la interpretación de esta música, aunque no nos guste el resultado final. Al igual que el anterior registro, con instrumentos modernos y una formación en algunos instantes excesiva para esta música. Richter parece moverse entre distintos conceptos y no termina de cuajar ninguno, tempos acelerados que marcan diferencia con las interpretaciones de la época pero sin embargo rígidos en exceso. Como anécdota citaré que existe un registro anterior, de la segunda mitad de los años 50 bajo la denominación “Karl Richter y su orquesta de cámara”, donde se anticipan algunas características inherentes a su forma de entender estas obras.

El concierto Nº1 se inicia con un primer movimiento de tempo bastante vivo que a buen seguro en su momento sorprendió con respecto a las prácticas de la época, El equilibrio instrumental es bastante bueno pero ya nos topamos con esa rigidez que adelanté en las notas previas. El adagio tiene un tempo bastante adecuado, fluye con más expresividad pero se agradecería menos vibrato en las cuerdas. El bajo contínuo, de sonido bastante pobre. El tercer movimiento allegro está más atinado en concepto, con mayor claridad en las voces y un fraseo menos pobre, pero el violìn ofrece un sonido sucio en algunos momentos, es como que quiere ofrecer una paleta menos romantizada pero no lo consigue. En el menuetto hay un cierto punto de solemnidad que no está mal, pero el sonido es algo apelmazado en las partes orquestales, el diálogo entre oboes y fagot del trío muy cuidado, al igual que la posterior intervención trompa-oboe.

El concierto Nº2 tiene un primer y tercer movimientos tocados con un apresuramiento que incluso desbanca posteriores interpretaciones historicistas, pero sin gracia ninguna y una trompeta absolutamente estridente, desvirtuando el concepto de esta obra que NO es un concierto para trompeta solista. El andante al menos da un respiro a semejantes atropellos pero no resulta convincente, sólo se me ocurre un adjetivo al caso: “añejo”.

El concierto Nº3 comienza con un tempo sorprendentemente vivaz y unas dinámicas muy contrastadas. El sonido un tanto apelmazado, a lo que quizás contribuya la antiguedad del registro. Una breve improvisación de Hedwig Bilgram al clave como segundo movimiento nos lleva a al allegro final, menos impetuoso que el movimiento de inicio. Aquí en la forma de interpretar Richter se aproxima al historicismo y lo encuentro interesante y en momentos muy disfrutable.

El Concierto Nº4 arranca en el primer movimiento con un tempo muy correcto y un planteamiento muy adecuado en cuanto al equilibrio de los distintos instrumentos, pero con un fraseo bastante insulso por parte de las flautas que a veces muestran un vibrato en algunas notas que no viene para nada al caso. El violín cumple bastante decentemente. En el andante sobra volumen sonoro en las cuerdas de tal modo que las entradas de flauta y violín quedan a modo de “eco”, no obstante el tempo y el fraseo están correctamente marcados. El presto final vuelve a recargar bastante en las cuerdas, con un ritmo levemente marcado y tempo ágil. De nuevo destacable la intervención del violinista Hansheinz Scheneeberger.

El Concierto Nº5 inicia el primer movimiento con un tempo ágil y sin estar excesivamente sobrecargado en lo instrumental, no obstante ya desde los primeros compases apreciamos dos problemas que lastrarán la interpretación. De una parte el tempo es excesivamente rígido y llegará a resultar machachón. De otra, el clave ofrede un sonido pobre y sin ningún encanto y peor resultará cuando lleguemos al momento del pasaje solista: Karl Richter acomete su interpretación de un modo absolutamente mecánico y frío, sin ninguna concesión a detalles de fraseo, como si de un ejercicio de mecanografía se tratase, es aquí donde la rigidez del tempo llega a extremos insufribles. Como colofón a este movimiento, el regreso de la orquesta tiene una entrada brusca que pone más en evidencia lo ridículo que sonaba el clave. El affettuoso no aporta nada nuevo donde podría haber tenido de ocasión de haber algo de expresividad, suena correcto respecto a no tener excesivos tintes romantizantes. El último movimiento, si obviamos el problema del clave, resulta salvable por el adecuado equilibrio instrumental y una mayor expresividad en la interpretación. El violín y la flauta se muestran bastante correctos en no introducir excesivos vibratos.

El Concierto Nº 6 ofrece un primer movimiento de tempo ágil y con un sonido no recargado, hay claridad en las distintas voces y buen equilibrio orquestal, pero una vez más Richter pincha con la rigidez que dirige y la falta de riesgo respecto al fraseo: todo suena seguido y con una tendencia a la monotonía. El adagio ma non tanto resulta más interesante, con una ornamentación contenida y más dotado de expresividad, si bien aquí vuelve a quedar en evidencia el sonido pobrísimo del clave del bajo contíno, allá perdido en el fondo y no sabemos si están tocando alambres. El allegro, donde se podŕia haber cerrado con un contraste, adolece de pesadez en el tempo, lento y absolutamente rígido, con algunas acentuaciones incomprensibles en los tutti. Los solistas no tienen reproche en mi opinión, es el concepto.

English Chamber Orchestra – Benjamin Britten (Decca – 1968)

Reciente descubrimiento para mí, gracias a un amigo que tenía estos Lp's y me hizo una transferencia de los mismos, que terminó siendo publicada en el Baúl y podeis disfrutar. Britten, con instrumentos modernos, hace una lectura ágil y con un sonido en absoluto pesado (parece ser que estaba al tanto de las prácticas historicistas que ya empezaban a darse) favorecido también por la excelente toma de sonido de Decca.

El Concierto Nº1 comienza con un tempo ágil que marca importantes distancias con Rudolf Baumgartner, el fraseo es limpio y el equilibrio de los distintos instrumentos irreprochable, las trompas suenan pero no molestan como en otras interpretaciones. El adagio está más tocado a la vieja usanza, pero sin resultar excesivamente romantizado, el violín con expresividad contenida. El allegro habría pedido un poco más de brío, no obstante expone las mismas virtudes antes descritas, el violín se queda un poco corto en algunos instantes, como que podía haber arriesgado más, pero si que se cuida especialmente su equilibrio respecto al oboe. En el menuet-trío-polacca que cierra el concierto es bastante soso y desmerece un poco con respecto al resto.

El concierto Nº2 comienza con un tempo bastante tradicional, sin desmelenarse. El diálogo entre instrumentos muy bien planteado y rico en detalles, la trompeta sin excesos aunque con un sonido algo sucio en momentos. Hay un planteamiento muy claro de planos sonoros para que todo el entramado sea transparente. En el adagio el vibrato está bastante presente, una interpretación melancólica que no me desagrada en absoluto. El allegro final más vivaz y podríamos definir como saltarín por detalles de la ornamentación y el fraseo.

El concierto Nº3 es uno de los más claro exponentes de esos tempos ágiles y de encarar fraseos limpios, con unas dinámicas levemente marcadas y un vibrato muy contenido en las cuerdas. El movimiento central improvisado en los violines sobre el tema principal del allegro inicial da paso al tercer movimiento donde el tempo transcurre levemente in acelerando con un fraseo de los violines muy limpio. La coda final si tiene un ritardando un poco romantizante, pero sorprendido me quedé al comparar este concierto con versiones tanto tradicionales como historicistas.

El Concierto Nº4 tiene un planteamiento que por momentos me resulta más galante que barroco, dotado de un aire pastoral. Con unos tempos bastante moderados, favoreciendo más los aspectos cantábiles de la partitura que los concertantes, e impregnado de una patente melancolía en el andante. En primera escucha me dejó un poco descolocado, pero luego engancha, visión muy personal de Britten, desde luego no es un planteamiento en absoluto historicista, pero aporta algo distinto a todas las demás versiones.

El Concierto Nº5 arranca muy bien, con un tempo bastante correcto, el fraseo del violín y la flauta con poco legato y el diálogo entre ambos fluye con naturalidad. En principio el clave va escuchándose agradable y con un fraseo y ornamentación también acertados, no obstante cuando llega el momento de desempeñar su papel como solista, adolece de una interpretación un tanto “mecánica”. Las dinámicas del conjunto estan muy cuidadas en este primer movimiento. El affettuoso resulta más añejo, con momentos de excesivo vibrato en la flauta. El allegro final está resuelto como el movimiento inicial aunque el vibrato está más presente.

El Concierto Nº6 también comienza con un tempo ligero, el sonido no es excesivamente pastoso para el resultado que da esta obra con los instrumentos modernos, las dinámicas cuidadas y un buen equilibrio instrumental. El adagio tiene aires románticos pero sin llegar a amaneramientos, hay un evidente vibrato que ya sabemos es habitual en esta época. El allegro final adolece de un tempo pesante, no obstante el diálogo entre instrumentos expuesto de forma nítida. Mejor en general que la versión de Baumgartner.

The Leonhardt Consort - Gustav Leonhardt (Seon - 1977)

Gustav Leonhardt, uno de los pioneros del historicismo, ofrece con su conjunto una versión que en su momento debió ser un soplo de aire fresco respecto a las prácticas habituales. Con unos tempos ágiles y un sonido claramente camerístico y tendente al estacatto, el registro sigue siendo muy válido aunque en algunos momentos se echa en falta mejor técnica en los intérpretes y mayor expresividad, además de una mejor toma de sonido que habría favorecido estos registros.

El Concierto Nº1 ofrece una transparencia en las voces y el sonido que marca claras distancias con las interpretaciones con instrumentos modernos. El tempo del primer movimiento es de una vivacidad moderada (curiosamente Karl Richter en este caso va bastante más rápido). El conjunto de los tres primeros movimientos ofrecen un suave contraste entre sí. El adagio está planificado con un excelente equilibrio entre las partes y un fraseo bellísimo. El tercer movimiento con un tempo muy acertado y el violín muy expresivo y solvente. El menuet es muy reposado, sorprende en este sentido respecto a muchas interpretaciones historicistas, con un sonido ligero, y prestando gran atención a los detalles de los diversos pasajes de los solitas en el trío, notable la ejecución de la difícil trompa.

El Concierto Nº2 empieza con un tempo bastante tranquilo, donde el buen equilibrio entre los distintos instrumentos está presente. La trompeta de Claude Rippas funciona bastante bien salvo alguna desafinación. En el adagio la interpretación es limpia y sin apenas vibrato, con una elegantísima intervención de Frans Brüggen en la flauta. El allegro final también de tempo ágil pero sin excesos.

El Concierto Nº3 se desarrolla con un poco más de chispa que los dos primeros. El primer movimiento ya muestra un tiempo más vivaz que en los conciertos anteriores, sonido más filoso en las cuerdas y unas dinámicas acentuadas, pero todo en su dosis justa. Menudo soplo de aire fresco debió ser escuchar esto en su momento. En el adagio el violín realiza una breve cadenza para dar paso a un allegro tocado con gran ímpetu y con una buena intervención de Sigiswald Kuijken en el violín solista, ofreciendo pasajes vivaces, directos y de gran limpieza. El bajo contínuo de Leonhard aunque esté en segundo plano, perfectamente escuchable con todos sus detalles y fraseo.

El Concierto Nº4 comienza el allegro con un tempo muy vivaz aunque no apresurado. Lo primero que destaca en esta interpretación es el acentuado stacatto en las flautas con una abundante ornamentación y con unas dinámicas bien resaltadas. El equilibrio con los restantes instrumentos muy bien cuidado y el violín muy expresivo aunque de sonido ligeramente áspero. En el adagio las formas son menos intensas y se ejecuta con un cierto legato. El siguiente allegro vuelve a retomar el concepto inicial, con algunos apresuramientos pero muy solvente en lo técnico y de una gran musicalidad.

El Concierto Nº5 se inicia en la misma línea de tempo vivaz que el anterior. El primer movimiento ofrece unas dinámicas marcadas con algunos momentos de ataques bruscos, sonido con tendencia al stacatto y muy buena técnica en los intérpretes en esta obra. Hay detalles interesantes en el fraseo de los instrumentos en los compases previos a la entrada del solo del clave, que es ejecutado con una gran destreza y expresividad, con un tempo ajustado pero no rígido. De mis interpretes favoritos al teclado. El affetuoso es excelente en la interacción entre los instrumentos, ornamentación y fraseo irreprochables. El último movimiento allegro sigue la línea del inicial en cuanto a tempo y fraseos, con un perfecto equilibrio entre los instrumentos cerrando una excelente versión de este concierto.

El Concierto Nº6 tiene puntos comunes con la interpretación del primero de la colección. el primer movimiento de tempo ágil, dinámicas y técnica de ejecución en consonancia con los cambios de prácticas que suponen los conjuntos con instrumentos originales: ausencia de legato y contrastes sonoros más marcados. El adagio es una lectura donde se paladean los compases, con abundancia de detalles de fraseo y abundante expresividad, integración en el diálogo de los instrumentos y un bajo contíno bastante presente. El siguiente allegro podría haber tenido una mayor viveza, no obstante también es rico en detalles y con marcados contrastes dinámicos y gana en expresividad conforme progresa.

5 comentarios:

Jesus dijo...

Fantastico y descomunal trabajo, Antonioo!!

Juanma Barrios dijo...

Reconozco que tengo un poco aborrecidos, por demasiado escuchados, estos conciertos. Pero este excelente análisis me anima a repasar las versiones que tengo.

Juanma Barrios dijo...

Reconozco que tengo un poco aborrecidos, por demasiado escuchados, estos conciertos. Pero este excelente análisis me anima a repasar las versiones que tengo.

Antonio Pérez Villena dijo...

Querido amigo Juanma, un honor verte aparecer por mi blog.

Y Jesús, tú que nunca me pierdes la pista :-)

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

¡Hola! Tus estupendas líneas me animaron a escuchar no solo las suites, sino también los Brandenburgo de Richter. Por fin he terminaod la audición. Tus reflexiones, con las que en líneas generales estoy de acuerdo, me han servido muchísimo para cohtrastar las ideas propias y para descubrir cosas en estas interpretaciones que, como bien dices, son desiguales pero albergan muchas cosas de interés. Así que muchísimas gracias por el esfuerzo, que ha perecido la pena. Un fuerte abrazo.