jueves, 31 de octubre de 2019

El Monasterio de Santa Isabel la Real recupera su órgano histórico


El órgano en su magnífica tribuna bajo la bellísima techumbre de artesonado mudéjar
(Fotografía: Francisco Serrano Espinosa)
Buenas tardes, si bien por el momento dispongo de una información bastante escueta, no quería dejar pasar el acontecimiento del pasado día 26 de octubre, en el que tuvo lugar el Concierto de Inauguración de la Restauración del Órgano del Monasterio de Santa Isabel la Real.

En dicho concierto participaron los organistas que residen en Granada por este orden: Ana Lucía Buzón, Inmaculada Ferro Ríos, Juan María Pedrero Encabo, Mónica Melcova, Luis Linares Moreno, Antonio Linares López, Concepción Fernández Vivas y Reynaldo Fernández Manzano, además del Coro del Monasterio de Santa Isabel la Real (al órgano intervinieron las religiosas Sor Sophie de la Divina Providencia y Sor Ana de María Inmaculada). En esta ocasión no entraré a valoraciones musicales acerca del recital, porque lo importante es el hecho de la recuperación del órgano.

En esta ocasión ha sido la iniciativa privada la que ha hecho posible la restauración, gracias al mecenazgo de Cervezas Alhambra, y el taller de Organería Acitores el encargado de los trabajos (quienes ya acometieron la restauración de otro instrumento en la capital, el órgano de la Colegiata de los Santos Justo y Pastor en el marco del programa 'Andalucía Barroca').

Si bien Granada recuperó un número importante de órganos (6 restaurados y 1 de nueva construcción) durante los años que estuvo activo el Taller de Organería de la Obra Social de Caja Granada (1990-2008) con el organero Francisco Alonso Suárez al frente, más la reciente construcción (2016) del instrumento de la Escuela de Magisterio 'La Inmaculada', soportada por la Diócesis y con nuestro organero granadino como protagonista, quedan aún bastantes órganos en la ciudad por recuperar, con gran interés bien por sus características o por el lugar en que se encuentran. Este instrumento de Santa Isabel la Real era una de esas 'cuentas pendientes'.
El instrumento antes de su restauración (Fotografía: Antonio Pérez Villena, 2006)
De acuerdo con las breves explicaciones que constan en el programa de mano de concierto, si bien el órgano es construido entre 1779 y 1780 por Antonio de Quesada, adquiere su configuración definitiva en 1792 de la mano de Fernando Antonio de Madrid, a saber: instrumento de un único teclado de 45 notas (octava corta) y registros partidos con consola en fachada principal. La tubería sonora en fachada dispuesta en 5 castillos más trompetería en batalla. El mueble realizado el madera de pino ricamente tallada sin policromar. Estamos ante un instrumento modesto pero que cubre plenamente los requerimientos del recinto en que se emplaza, y que guarda bastante similitud con los órganos de la Iglesia de San Pedro y San Pablo o el del Monasterio de la Concepción.

El paso del tiempo supuso como en otros casos de la capital notables modificaciones en el instrumento, tales como la ampliación de la octava corta, cambio de fuelles y diversas intervenciones en la tubería del mismo. La actuación que nos ocupa restituye la 'personalidad' original del mismo a las características de 1792. En el concierto inaugural pudimos disfrutar de sus matices sonoros, con una armonización que cubría sonoramente de forma plena el templo en condiciones de lleno de público, teniendo en cuenta además que los techados de artesonado en madera son bastante absorbetes, pero sin atisbo de estridencias. La lenguetería resulta brillante y equilibrada a la par. He de confesar que a mí me gusta mucho el criterio en este aspecto del maestro Federico Acitores, y como antes comentaba, en la Colegiata de los Santos Justo y Pastor también podemos apreciar y disfrutar su buen oficio. No faltó en tan señalado día el organero granadino Francisco Alonso Suárez, al que une amistad con el organero castellano.

* El Monasterio de Santa Isabel la Real logra aunar en sus espacios la pluralidad estética de sus manifestaciones artísticas que ponen de manifiesto la complejidad de circunstancias que concurrían en la Granada posterior a la conquista en 1492,  con la belleza plena  y la inmutabilidad de lo sereno que dotan a este monumento el paso de los siglos. 

Fundado por la Reina Isabel, bajo la advocación de Santa Isabel de Hungría, y adscrito a la Orden Franciscana su fábrica revela la necesidad de dotar a una ciudad reconvertida al Cristianismo de espacios de oración y recogimiento. Lugares de culto que vertebrasen la ordenación urbana de los nuevos espacios. Esta necesidad, perentoria facilita junto con la presencia de alarifes moriscos, carpinteros de lo blanco y maestros canteros venidos de Castilla y Aragón, la adopción del mudéjar como solución constructiva. Esta decisión permite la rápida erección de parroquiales y conventos de muros de ladrillo, techumbres de madera con decoración de lazo y portadas de cantería adaptadas al momento estético que se vivía en la ciudad con el tardo gótico y la eclosión del modo romano o renacentista.

De patronato regio, Santa Isabel eleva  en su templo el presbiterio, al igual que en la Real Capilla y  San Jerónimo influencia de Enrique Egas quien probablemente trazó su portada. De una nave, de planta de cajón, se divide esta mediante arco triunfal que diferencia espacios, quedando estos remarcados  por dos espléndidas armaduras, una de ellas de par y nudillo y tirantes dobles con bella policromía en el almizate y otra sin parangón en la Ciudad de estilo gótico- ingles con bellos octógonos pinjantes que ochavan el presbiterio. Este posee un elegante retablo romanista con esculturas de Pablos de Rojas y lienzos de Raxis, ampliado en el siglo XVIII con un manifestador barroco, momento en el cual se adornan los muros con bellos frescos de carácter arquitectónico y se coloca nuevo pretil sobre los muros de la escalera.

El templo posee obras singulares que jalonan los siglos del XVI al XVIII, como un relieve italiano de alabastro con escenas de la pasión, varias figuras de Mora, retratos de la Orden Franciscana de Bocanegra, o un extraordinario Calvario pintado en una desmesurada capilla sepulcral de comienzos del siglo XVII. 

Es Santa Isabel la Real un esplendido conjunto perfecto en la consecución de sus acabados, donde el tiempo se detiene reclamando un momento de recogimiento y serena contemplación.

Sí hay un aspecto que quiero destacar en relación al concierto inaugural: la participación de las religiosas del Monasterio al final del mismo con dos obras, Tota Pulchra y otra de composición propia Shemá Israel. Era palpable el entusiasmo e ilusión de la comunidad con motivo de haber recuperado el instrumento de su templo, y este es un aspecto de vital importancia en la conservación de los órganos, que tengan un uso regular. Deseo además de forma igualmente entusiasta que el recién restaurado instrumento pase a formar parte del itinerario musical que todos los años nos brinda la Academia Internacional de Órgano de Granada. No me cabe duda que los responsables en esta materia estarán ya dando sus pasos.

¿Qué nos depara el futuro? Quedan aún valiosos instrumentos por recuperar en la capital y citaré estos casos por ser especialmente significativos: Una profunda intervención en los órganos de la Catedral de Granada (recuperación urgente del órgano 'barroco' de la Epístola y replanteamiento del órgano 'romantizado' del Evangelio, especialmente el primero con notorios problemas), restauración del órgano de la Iglesia Imperial de San Matías y la reconstrucción de los que fueron magníficos órganos del Monasterio de San Jerónimo (a dia de hoy dos cajas fantasmagóricamente vacías). En este momento el organero Francisco Alonso Suárez anda ocupado con la restauración del órgano de la Parroquia de Aldeire, que esperemos poder celebrar en un futuro próximo. Y hay mucho más, pero todo escribir.

Mis felicitaciones a todos los implicados en tan buena noticia.

* Apuntes históricos sobre el Monasterio gentileza de Francisco Serrano Espinosa, doctorando en Historia del Arte por la Universidad de Granada y buen amigo mío, quien compartió la experiencia musical que se relata.

1 comentario:

Fernando López Vargas-Machuca dijo...

Muchas gracias, Antonio, por compartir tus impresiones sobre esta feliz noticia de la recuperación del órgano barroco del bellísimo Monasterio de Santa Isabel la Real, del que tan grato recuerdo guardo. Confío en que la recuperación de vuestros órganos históricos -no son escasos los instrumentos diseminados por la geografía andaluza que esperan acumulando polvo- continúe con buen pulso. Un abrazo.